Jerez

'Mira por dónde', no hay lugar pequeño

  • Elena Marín, Javier Sambruno y Anna Recasens fundan desde Jerez una asociación que tiene como principal objetivo la agitación cultural y la producción de contenidos y acciones que promuevan la relación entre personas, espacios urbanos y naturales

Los fundadores del colectivo, Javier Sambruno, Anna Recasens y Elena Marín.

Los fundadores del colectivo, Javier Sambruno, Anna Recasens y Elena Marín. / Miguel Ángel González (Jerez)

La cosa va de redes, pero de otro tipo de redes, las que conforman el tejido social, lo que al ser humano le ha dado vidilla desde siempre. La visión socializadora del arte y el fomento de un tejido (una palabra protagonista en este reportaje) cultural fuerte y consistente. Y en eso están Elena Marín, Javier Sambruno y Anna Recasens. Tanto que han dado vida a la asociación 'Mira por dónde' y que se basa en esta premisa: "No importa donde estés se pueden hacer muchas cosas. No hay lugar pequeño ni anodino y Jerez y sus historias tienen mucho sentido para nosotros". 

Amigos desde hace tiempo y con inquietudes comunes en el mundo del arte y lo social, a los tres les gusta explorar y descubrir las capas que tiene una ciudad. Surge entonces la idea de desarrollar un trabajo colectivo y lo primero que hicieron fue investigar durante más de un año sobre líneas temáticas que tienen que ver con cómo discurrir por una ciudad (no tiene que ser sólo Jerez), desde una observación afectiva hasta otra a partir de la relación con otras personas. En este caso, llegaron a parar a algo casual pero que luego les ha servido como dispositivo para que el colectivo pudiera empezar a trabajar "en serio": una caja, hallada en el rastro, con fotografías del Jerez de los años 50-60, con apuntes en el reverso. "Esto nos encandiló a los tres que, independientemente de otras líneas de investigación, nos llevó a un espacio de confluencia para arrancar y darle forma al colectivo", cuenta Anna. 

Tras este tiempo de revisitar los lugares de estas imágenes y sus gentes hoy, "nos fuimos dando cuenta de que en realidad estábamos conformando un mapa afectivo y encontrando historias que nos contaban. Y vimos que nos interesaban puntos de vista diferentes a los oficiales. No éramos turistas, ni vecinos, ni gente con prisas, sino personas que llaman a puertas, miramos arriba y abajo y terminas descubriendo una ciudad, que es la nuestra, pero que es de muchas otras personas y de muchos otros tiempos". 

Surgía así el 'Observatorio del callejeo', o paseos por la ciudad, que se presentó en el Corral de San Antón. "En definitiva, es entender desde el arte contemporáneo lo que es habitar, convivir, la idea de hospitalidad y dar uso a ciertos espacios desde una manera amable y divertida". También hay toda una parte de trabajo más visual, que recoge las maneras de expresarse de los miembros del colectivo: fotografía, dibujos, textos, collage, etc. "Cada paseo es distinto y de ellos podemos recoger sonidos, imágenes..., también en azoteas, ya sean por la periferia, lo rural, el centro, ruinas, chatarrerías. Es vivir la calle o, por ejemplo, vivir el trayecto que haces cada día", explican. Aseguran que es una investigación activa, en la que también hacen performances colectivas como una boda, por las formas en que se ocupa la calle y se genera empatía urbana, detrás del que hay proceso crítico. Desarrollan además trabajos en red con otras ciudades en los mismos términos de investigación, pero cada una con sus singularidades. "Nosotros trabajamos especialmente en Jerez, porque es nuestro territorio próximo, pero desde conceptos que se pueden trasladar en todo momento a cualquier otro lugar". 

A raíz de todas estas propuestas han decidido crear la asociación 'Mira por dónde' (MPD), a la que Elena Marín (profesora de pintura e investigadora sobre la empatía), Javier Sambruno (fotógrafo), ambos jerezanos; y Anna Recasens (artista multidisciplinar), nacida en Sabadell y afincada en Jerez, aportan su experiencia en distintas disciplinas artísticas, investigación y producción cultural. Actualmente, el colectivo realiza una serie de actividades en torno a la identidad del lugar, el uso de espacios comunes, y la resiliencia desde la cultura, los cuidados, y las relaciones subjetivas. "Tenemos pocos medios, más bien precarios, pero tenemos una gran experiencia artística y herramientas".

MPD pone en práctica derivas, intervenciones en el espacio, acciones creativas, conversaciones, talleres y muestras expositivas, que han de servir para conocer, cuestionar, repensar o resignificar lugares para su uso desde la base de la interacción cultural como motor de convivencia. "Ahora nos interesa mucho el zaguán como espacio, y estamos trabajando en esa idea. Pero seguiremos desarrollando propuestas en azoteas y continuaremos con los paseos, entre otras iniciativas, a las que todo el mundo interesado está invitado porque todo el mundo aporta. Estamos teniendo muy buena respuesta". 

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