Tiempos de cambio en Las Angustias

Diversificación y enoturismo. Esos son los dos grandes ejes para su gestión que ha anunciado Miguel Espinosa, desde hace unos días nuevo presidente de la jerezana cooperativa Nuestra Señora de las Angustias, tras ganar las pasadas elecciones. Miguel Espinosa es un conocido viticultor, que ha dado frecuentes muestras de su vocación participativa durante sus más de veinte años de vinculación al cooperativismo, que estará acompañado al frente de la cooperativa por un consejo rector en el que también participarán reconocidos viticultores del Marco de Jerez, como Manuel del Valle, Gonzalo Monge, Policarpo Requejo y Juan Antonio Rodríguez, además de Manuel Ferral, el anterior presidente de Las Angustias, una designación que se hace en reconocimiento a la labor que ha desarrollado durante los últimos cuatro años, un período muy complicado en el sector, en defensa del precio de liquidación de la materia prima de los asociados.

Estas elecciones se han seguido con inusitada expectación en el sector, ya que se trata de la mayor cooperativa del Marco de Jerez y los comicios se han desarrollado en un momento clave para su futuro, con un nuevo plan sectorial dando sus primeros pasos.

Espinosa ya ha anunciado que afronta su mandato con la intención de que la cooperativa desarrolle nuevas actividades que refuercen la actividad económica y la generación de recursos. Para ello se cuenta incluso con la proximidad de sus instalaciones de la antigua Circunvalación de Jerez al macrocomplejo comercial y de ocio que ha comenzado a desarrollar la multinacional sueca Ikea a unos escasos cientos de metros (lo mismo se puede decir de Área Sur), una casualidad que ahora se considera por el equipo de Espinosa como una oportunidad para desarrollar distintas iniciativas tanto de venta de producto como de enoturismo que se irán concretando en el futuro.

Con todo, Espinosa ya ha anunciado que el futuro de la cooperativa pasa necesariamente por la diversificación en su oferta. Las Angustias es, por lo pronto, la cooperativa de la siete con las que cuenta el Marco de Jerez que de forma más entusiasta se ha sumado a la experiencia piloto para la elaboración de mostos azufrados a partir de los cuales se hacen los mostos concentrados (son los productos complementarios que aportan mayor volumen a la idea con la que se trabaja de que la práctica totalidad del embotellado como jerez tenga su origen en la zona de producción) que se está desarrollando en el sector como parte de los acuerdos suscritos por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y la mayoría de las organizaciones con representación sectorial, incluida Asaja-Asevi.

El equipo del que se ha rodeado Espinosa incluye viticultores experimentados, pero que en la mayoría de los casos no habían tenido con anterioridad responsabilidades en el sector. También ha querido que estén presentes en su consejo todas las sensibilidades que confluyen en la cooperativa, ya que hay viticultores con dos aranzadas y otros con cuarenta (una aranzada viene a ser casi media hectárea).

Espinosa, por último, ha apelado al trabajo y a la responsabilidad para conseguir que la cooperativa salga de la crisis económica actual lo antes posible, una crisis que se vive de manera acentuada en el sector por sus problemas estructurales.

Nuestra Señora de las Angustias, como se ha señalado más arriba, es la mayor de las siete cooperativas vitivinícolas que hay en los nueve municipios que forman parte del Marco de Jerez. La cooperativa fue fundada en 1967 y tiene una capacidad de crianza de unas 5.800 botas. Las más de mil hectáreas de viñedo que totalizan sus socios suman casi un tercio de la producción total de las cooperativas. Además, todo ese viñedo supone aproximadamente el 10 por ciento de toda la superficie del Marco de Jerez.