Jerez, tiempos pasadosHistorias, curiosidades, recuerdos y anécdotas

Los 'ases líricos' jerezanos

  • José García Riquelme, Pepe Orellana, Julián López Camacho, Manolo Chazeta, Antonio Asencio, Amparito Landa, Charito Rendón, Loli Peña, Félix Agabo, José Caballero y otras muchas y magnificas voces líricas fueron consideradas, en nuestra ciudad, como grandes ases del bel canto1.- El gran maestro de canto don José García Riquelme, dando su brazo a su alumna predilecta Loli Peña, la noche de su presentación en Villamarta, en presencia del tenor Pepe Caballero y del maestro Francisco Martín Soto. 2.- Cuatro destacadas figuras del gran abanico de ases líricos jerezanos: Amparito Landa, Charito Rendón, Manuel Chazeta y José Orellana.

A Ismael Jordi, nuestro as lírico número uno.

H ubo, hace muchos años, una gran compañía de opera, zarzuela, operetas y sainetes que actuaba por toda España, con el sugestivo nombre de "Los Ases Líricos". Ya saben, aquella que encabezaban Purita Gimenez, Esteban Astarloa, Fernando Heras, Tino Pardo, etc; que fuera la mejor compañía de cantantes que, reiteradamente, una vez y otra, pasara por Jerez, en el siglo XX, y que tanta afición al bel canto despertó en nuestra ciudad.

Fruto de aquella buena siembra, y de otras anteriores, hizo que floreciera entre los jerezanos amantes de la lírica, tanto estudiar canto, como organizar agrupaciones artísticas, celebrar funciones y conciertos de obras conocidas, bien en nuestro primer teatro, como en otras salas y lugares. Una afición que, con la desaparición de algunas de nuestras principales figuras, fue decayendo poco a poco, hasta terminar por perecer por completo, antes de comienzos del nuevo siglo

Como todo ello parece ser que pertenece ya a un Jerez que se nos hace muy lejano, aunque todavía vivan, a Dios gracia, algunos de aquellos "ases líricos" jerezanos, quiero traer hoy aquí sus nombres, cuando parece ser que la afición vuelve a resucitar de sus cenizas, y cada día más, gracias a la gran actividad que, desde su rehabilitación, viene ejerciendo cada temporada lírica, nuestro Teatro Villamarta, a cuya directora Isamay Benavente, hay forzosamente que felicitar por su decidido propósito de volver a ofrecer al público, junto a comedias y buen teatro dramático, los mejores musicales y una nueva temporada lírica, siguiendo la pauta que anteriormente marcara el anterior director Paco López Gutierrez.

Y nuestro homenaje comienza con la antigua agrupación de "Los Aficionados Líricos Reunidos", de allá por los años sesenta del pasado siglo; y, otras anteriores formaciones denominadas Agrupación Lírica Jerezana, Los Amigos del Arte, Cuadro Lirico Jerezano, Sociedad Artistica Musical, Compañía Juvenil Jerezana de Zarzuelas, todas de principios del s.XX, y por último, la Asociación Artística. - Musical "Germán Alvarez Beigbeder", fundada en 1995 y, al parecer, lamentablemente desaparecida, pues no hemos vuelto a tener más noticias de ella. Y en cuanto a nombre señeros de nuestra lírica, los que podemos considerar como grandes ases líricos jerezanos, debemos empezar, sobre todo, con el prestigiosísimo nombre del gran maestro de muchos de nuestros cantantes, como fuera el eminente don José García Riquelme, cantante de opera y zarzuela que, como dije en mi libro "Cinco siglos de teatro en Jerez" (Editado en 1996), "dedicó gran parte de su vida a formar a otros cantantes líricos. De su actuación en el "Tannhauser" de Wagner, en el teatro "Comunale" de Módena (Italia), a finales de 1904, dijo la prensa de dicha ciudad que había realizado 'una interpretación privilegiadísima y merecedora del mayor encomio, superando la dificultad grandísima de la tesitura de su parte. Tiene una voz extensa, buena, no solo en el registro central, sino en las notas agudas; y sobre todo, canta con método excelente y da a toda su difícil parte una interpretación inteligente y eficaz'. En 1909 cantó "Germania", en el Teatro Verdi, de Padua (Italia), donde celebró su beneficio y fue muy elogiada su actuación por la prensa. Posteriormente cantaría, en la también ciudad italiana de Mantua, con gran éxito".

García Riquelme tuvo muchos y muy buenos discípulos, a los que enseñó a cantar. Entre ellos, recordemos a Manuel Carballo, tenor de grandes condiciones, que cantó ópera en Barcelona, allá por los años cuarenta; Pepe Caballero, otro de los mejores tenores, de amplio repertorio operístico y zarzuelero, que ha tenido Jerez; y a la soprano Loli Peña, solista del lamentablemente desaparecido Orfeón Jerezano, quien durante muchos años ofreciera numerosos recitales en solitario, de verdadero éxito. Y después de ellos, o junto a ellos, a su lado, hay que recordar y citar otros muchos y gloriosos nombres, a los que también rendir obligado homenaje, porque ya están escritos de forma imperecedera, con verdaderas letras de oro, en la historia lírica de Jerez.

Anteriores a ellos, pertenecientes al siglo XIX, no podemos olvidar los nombres del tenor Jacobo Cuartín, que debutó siendo muy joven, en el Teatro Principal, el 30 de enero de 1856, falleciendo dos años después, cuando más se esperaba de su arte; y Carmen Cardoso, que desarrolló toda su carrera lírica y dramática, en Portugal, tras debutar en el teatro San Carlos, de Lisboa. Ya, a principios del siglo XX, destacaría María Reina, tiple de la Compañía Lírica Juvenil Jerezana, formación de cantantes muy jóvenes que obtuvo muchos éxitos. También, la aplaudida tiple de principios del XX, Amparito Sisto y el tenor Félix de la Sierra, notable intérprete éste de la ópera "El Trovador", que cantó de manera notable, con gran éxito, en el Liceo de Barcelona, en enero de 1906.

Más recientes, de mediados del pasado siglo, son los nombres de cantantes como el del brillante tenor José Orellana (1910-1973), que debutó en Villamarta, en 1933, quien también tocaba el piano y se había iniciado en la carrera de violín, que tuvo que abandonar al sufrir un accidente en un brazo. Carrera ésta que, con merecido éxito consiguió coronar su hijo Enrique, viejo y querido amigo, que se jubiló como primer violín de la orquesta de RTVE. Y con Pepe Orellana, el barítono Jesús Coiras que, además de cantar en Villamarta y otros lugares, lo hizo en el templo de San Marcos, el 11 de octubre de 1939, acompañado al órgano por el célebre maestro Francisco Navarro, autor más tarde de la música de la zarzuela "La Marquesita", estrenada en Villamarta por "Los Ases Líricos", el 23 de enero de 1953, cuyo libreto firmara el inolvidable periodista, gran amigo y compañero, Rodrigo de Molina.

Y entre los mejores barítonos no podemos olvidar a Julián López Camacho, que debutara en 1925, con la Agrupación Lírica Jerezana, también merecedora de ser evocada; ni al tenor cómico de la misma época, Miguel Márquez; ni a Juan Pavón, otro excelente barítono de poderosa voz; ni a Paco Ruiz, famoso bajo de los años veinte que formó parte del elenco de la compañía de zarzuelas y operetas del Teatro del Duque, de Sevilla. Citemos igualmente al extraordinario barítono, Manolo Chazeta, tan aplaudido en todas sus actuaciones, allá por los años sesenta; que cantó "Marina", "La calesera", "La viejecita", "La reina mora" y tantas otras piezas líricas, formando parte de los Aficionados Líricos Reunidos y de otros grupos de grandes cantantes jerezanos, entre los que debemos citar - no quiera olvidarme de nadie, por favor - al tenor Paco Saura; a la soprano Maruja Troncoso, a la tiple Amparito Landa y a Charito Rendón cantantes de grandes éxitos en los años sesenta; entre otros muchos - vivos o muertos -, cuyos nombres no acierta a recordar este modesto periodista del Jerez pasado y presente, que hoy les evoca y convoca, con el más cariñoso y agradecido recuerdo, para que sus nombres y la gloria de su arte nunca caigan en el olvido.

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