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Por el buen camino del jerez

  • Inmaculada Peña y Francisco José Becerra convirtieron su pasión por el vino en un estilo de vida

  • Su revista digital 'La Sacristía del Caminante' fue la primera monográfica sobre el jerez

Becerra, historiador y arrumbador, y Peña, licenciada en Bellas Artes y diseñadora gráfica, junto a una andana de botas.

Becerra, historiador y arrumbador, y Peña, licenciada en Bellas Artes y diseñadora gráfica, junto a una andana de botas. / vanesa lobo

El vino de Jerez les unió y les mantiene unidos. Inmaculada Peña y Francisco José Becerra se conocieron una vendimia de tantas cuando ambos eran estudiantes, ella de Bellas Artes y el de Historia. Como tantos hijos de empleados de bodegas en Jerez -los suyos trabajaban en las oficinas de González Byass-, llegado el momento era costumbre arraigada en la zona hacer la vendimia para ganarse unos cuartos y poder así costearse algún capricho o ayudar a pagar sus estudios, en los que acabaron licenciándose.

Inmaculada llegó a hacer cuatro vendimias, dos o tres menos que Francisco José, que enganchó luego con su actual trabajo de arrumbador en la casa del 'Tío Pepe', que saborea con la misma pasión que pone la pareja en la difusión de la cultura del vino de Jerez.

La revista nació en 2013 con la idea de "acercar el jerez a los jerezanos, sobre todo a los jóvenes""Cuando empezamos había poca información sobre el jerez y se veía como algo muy rancio"

En una de aquellas vendimias nació la atracción mutua, no así la pasión por el vino, que puede que llevaran en los genes y de la que en 2013 acabó germinando 'La Sacristía del Caminante', el proyecto común de crear un blog -hace tiempo que dejó de serlo para convertirse en revista digital-, de los primeros dedicados en exclusiva al jerez si no el primero, por la necesidad de compartir todo lo que concierne a estos vinos únicos.

La 'Sacristía del Caminante' -en la sacristía guardan los bodegueros sus joyas enológicas y caminante alude al deseo de comunicar, avanzar, vivir nuevas experiencias- "vino a cubrir un vacío, la falta de información sobre el vino de Jerez en la ciudad en un momento, además, en el que el consumo entre los jóvenes de estos vinos estaba de capa caída", explica este historiador con 18 años de experiencia como arrumbador.

Francisco José Becerra, apasionado del jerez "de toda la vida", atesoraba los conocimientos sobre el vino, mientras Inmaculada Peña, además de su devoción por la expresión artística, reunía los conocimientos para el diseño y desarrollo de páginas webs, actividad a la que se dedicó profesionalmente tras completar la licenciatura de Bellas Artes.

Sus padres les inculcaron la afición por el vino, pero por aquellos años en el sector aún coleaba la larga crisis tras la dura reestructuración que en los años ochenta acabó con miles de puestos de trabajo de la principal industria de Jerez. De cerca de diez mil empleos se pasó al entorno del millar.

Los jerezanos dieron la espalda a sus vinos, de los que antes sentían orgullo, en particular los trabajadores de las bodegas, que tras la jornada laboral acudían con anterioridad a los tabancos y despachos de vino para compartir unas rondas de los marcas que sentían como propias. Era un estilo de vida, una idiosincrasia que se derrumbó, llevándose por delante a bodegas, a la industria auxiliar y a algunos de los tabancos más emblemáticos de la ciudad.

"En 2013 había muy poco información y todavía se veía el jerez como algo muy rancio", expone el tándem Peña-Becerra, que por aquellas fechas comenzó a frecuentar los tabancos, los viejos y los nuevos que empezaron a resurgir y con cuyos propietarios entablaron amistad.

Y las tertulias de barra alimentaron su inquietud por rescatar el interés por estos vinos. "Éramos Jerezanos hablando del jerez. Había muchos blogs de otras denominaciones de origen, incluso en Sanlúcar y El Puerto, pero no en Jerez. Es nuestra tierra, nuestro tesoro, una forma de identidad pura", se dijeron.

Jerez permanecía dormida mientras en España ya había estallado el 'boom' vinatero. Por cumpleaños y aniversarios se regalaban cursos, catas, visitas a bodegas... La gente se lanzaba a la búsqueda de nuevos tesoros enológicos para compartirlos con los amigos. Se organizaban cenas regadas con un buen vino en el que el anfitrión, convertido en enólogo, se recreaba en las cualidades del vino para asombro del resto de comensales.

El vino hacía ruido en España, así que Francisco José e Inmaculada pensaron que "podíamos volver acercar el vino de Jerez a los jerezanos, sobre todo al público joven". No se equivocaron, pues aquello trascendiendo a otras poblaciones, sobre todo Madrid, Sevilla y Barcelona, donde 'La Sacristía del Caminante' cuenta hoy día con numerosos seguidores.

Era cuestión de tiempo que traspasaran las fronteras españolas y así fue, pues no tardaron mucho en despertar el interés de aficionados al sherry de otros países, entre los que citan al blog escocés 'Criaderas' y los americanos del 'Sherry ship', que se pusieron en contacto con sus 'La Sacristía del Caminante' para pedirles todo tipo de información sobre el jerez y Jerez. "Nos preguntaban por el vino, sus tipos, su crianza, los establecimientos de la ciudad donde poder disfrutarlos y que los blogs hermanos recomendaban a sus seguidores como visitas obligadas en Jerez".

En la proyección internacional de la revista digital jerezana tuvo mucho que ver el 'Sherry Week', iniciativa con la que coincidió en sus inicios y que se convirtió con el paso del tiempo en un acontecimiento de repercusión mundial en las redes sociales.

La 'Sherry Week' les dio un fuerte empujón en sus inicios, reconocen el historiador y la diseñadora gráfica, quienes subrayan la aportación de esta iniciativa al resurgir del interés por el vino de Jerez, que lleva aparejada la recuperación del prestigio en la que está inmersa hoy día todo el Marco. Gente de todo el mundo empezó a organizar eventos para celebrar la simple existencia del jerez. Se reunían en las casas, en bares y en cualquier sitio donde pudiera brindar con una copa de Jerez.

Aquello se extendió de tal forma que en establecimientos hosteleros y tiendas de todo el mundo y todo rango organizan ya semanas temáticas sobre el jerez con actividades y eventos muy diversos en los que el vino de Jerez es el gran protagonista. Y eso dio pie a que mucha gente, sobre todo jóvenes, visiten la ciudad para conocer sus vinos, sus bodegas y tabancos, y de paso, el resto de atractivos monumentales y culturales de la ciudad.

Muchos de estos visitantes llegaron a Jerez gracias a 'La Sacristía del Caminante' -www.sacristiadelcaminante.com-, que con el salto a la revista digital mejoró ostensiblemente la gestión de sus contenidos. Peña y Becerra huyen del término blog, "ya no somos blogueros, si no un portal que se hace eco de información del vino, el brandy y el vinagre de Jerez, sólo productos amparados por las Denominaciones de Origen del Marco y con idea de romper con su imagen clasista", explican, al tiempo que detallan que colaboran con otras revistas como Vinetur. Además, Becerra presume de ser el único articulista jerezano que publica en la web del Consejo Regulador.

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