“¡Qué bien se está aquí!”. Pasan las seis de la tarde de un viernes de julio. Una leve brisa alivia los picos de calor. Las piscinas lo dan todo para refrescar a los usuarios del Club Nazaret. Familias, jóvenes, mayores, animan con sus conversaciones las zonas ajardinadas. Al sol, bajo las sombrillas o a la sombra de los árboles más frondosos, tumbados o sentados, las jornadas estivales son así más disfrutonas.

El Club Nazaret, con 56 años de vida, sigue fiel a su espíritu innovador, algo que se ha potenciado en los últimos tiempos, con propuestas para los 12 meses. El director, Alejandro Villagrán; acompañado del presidente, Manuel Ángel Pérez Orellana, cuentan que esta temporada, por ejemplo, se han incluido actuaciones en el restaurante, donde se sirve en mesa; catas maridadas y nuevas cenas temáticas. “Si tienes niños pequeños, el Club es de los pocos sitios de Jerez donde el deporte está asegurado. Los niños se van a mover, ya sea en el campamento matinal, por las tardes en las piscinas, en el tenis, en tai-jitsu... Y los más mayores, pues tienen actuaciones los fines de semana..., se reúnen con amigos. Tenemos unas instalaciones estupendas, la comida, los restaurantes. En definitiva, de los mejores sitios para pasar, no sólo el verano, sino un espacio para disfrutarlo todo el año”, explican.

Y es que en el Club, “aunque la temporada estival es una parte muy importante, quien se da de alta quiere vivirlo todo el año. Tenemos por ello ocho escuelas deportivas (tenis, fútbol, tai-jitsu, muay thai, hípica, pádel, baloncesto y patinaje) y cinco artísticas (danza, flamenco, baile latino, pintura y música). Y en verano, multitud de actividades con monitores en las piscinas, como natación o aquagym. Lo que queremos es que se practiquen actividades los 12 meses, sobre todo, los niños. El Club es un espacio para el ocio familiar, no es un gimnasio o un lugar donde desarrollar actividades extraescolares. Aquí, mientras uno hace una cosa, otro miembro de la familia puede estar en otra actividad o en los jardines leyendo, por ejemplo. Aquí queremos que se sude, que se mueva todo el mundo, adultos y pequeños”, subraya Alejandro.

Otras novedades destacadas son la digitalización de los accesos con reconocimiento facial, la reapertura de la guardería como Centro de Educación Infantil, con una ludoteca independiente además; la escuela de fútbol, vóley-playa y un parque de bolas de tres alturas que se está finalizando. El gimnasio también se ha ampliado con una sala nueva y más máquinas.

Proyectos a la vista

Uno de los retos más destacados del Club de los últimos tiempos era la construcción de una piscina cubierta, que se encuentra de momento en stand by, para el que sin embargo hay un ‘plan B’, “que sí es más viable y que puede dar un salto de calidad al Club. Se trata de una piscina climatizada con cubierta para darle uso durante todo el año, deportiva y de ocio. La probabilidad de que se lleve a cabo es muy alta ya que tendrá la última tecnología en ahorro de coste energético y de mantenimiento. La empresa que la realizará en un principio es la número 1 en este tipo de instalaciones”.

Otro de los objetivos es reformar la biblioteca, “un espacio del que se habla poco pero que sin embargo es de los más demandados por los socios”; al que se suman techar las pistas de pádel, renovar el restaurante, hacer un campo de fútbol 11 de césped artificial, etc. Todo ello supondría tener toda la superficie del Club en uso. “Bueno, las reformas en realidad no acabarían nunca, en un lugar tan grande”, apunta el director.

80.000 metros cuadrados de Club Nazaret para el disfrute de 2.250 familias, más de 10.000 usuarios, cifra que esperan superar y que van incrementando cada año. Un espacio al que acuden personas de todas las zonas de la ciudad, incluso familias generación tras generación. “Para ellos es un disfrute. El Club es una parte de su casa”.