“No somos cobardes a la hora de afrontar temas más delicados”

Alberto López y Alfonso Sánchez | Los Compadres

Los compadres están de gira con tres espectáculos al mismo tiempo

"Hacer una película de culto, como nos pasó a nosotros, es una putada"

“No somos cobardes a la hora de afrontar temas más delicados”
Alberto López y Alfonso Sánchez / M. G.
Arantxa Cala

04 de octubre 2023 - 05:00

Se han convertido en los mejores narradores de la etapa más reciente de nuestro país. Cuentan que la razón “de juntarse” fue la desesperación, que luego pasó a la continuidad del “disfrute de crear. Un sueño cumplido, dedicarte a lo que más te gusta”.

El cariño del público y el éxito les acompañan. Todos sus trabajos son producciones andaluzas, tanto en la conformación de los equipos técnicos y humanos como en las historias. Están de gira con tres espectáculos a la vez: ‘Somos carajotes’, ‘Homenaje a los Álvarez Quintero’ y ‘Cosas de Niños’. De hecho, hablan de la que será su tercera visita a Jerez, “donde nos encanta cuando el público nos agradece nuestro trabajo con palmas por bulerías”.

–Están de gira con ‘Cosas de Niños’, que en breve pasará por Jerez, Alcalá de Guadaira y Madrid.

–Alfonso Sánchez (A. S.): Sí. Es un espectáculo en el que dos padres se encuentran en la sala de espera para ver a la directora del colegio de sus respectivas hijas, ya que ha habido una situación con ellas pero no les han dicho por teléfono qué. Dos personajes que son los dos extremos y están totalmente polarizados a muchos niveles. Va a ser muy divertido porque van a surgir una serie de conflictos que van a provocar muchas emociones en el espectador, risa, ira, reflexión... Es intensa y nos toca mucho porque surge de nuestra experiencia como padres. Alberto López (A. L.): Es un recreo de 75 minutos para los espectadores que promete ser más divertido que un debate de investidura. Es trasladar esa situación de país a los padres.

–¿Tienen algo en común estos personajes con, por ejemplo, ‘Los compadres’?

–A. S.: Son totalmente distintos. Son dos personajes que el público va a conocer en el espectáculo. Todo el mundo está acostumbrado a vernos como amigos, como compadres, compañeros de aventuras, pero aquí nos van a ver enfrentados. Algo que provoca un shock al espectador que hace que sea mucho más interesante y más morboso. A. L.: Todo aliñado con sus pinceladas de humor fino, por supuesto, que es la marca de la casa. Los personajes son distintos pero hay un fondo en el que trabaja Mundoficción desde hace muchos años que el público va a reconocer.

–¿Por qué dicen que es el espectáculo de los que han realizado con más mala leche?

–A. S.: Precisamente por eso, porque ese enfrentamiento, ese conflicto, que es el motor del hecho escénico, hace que vaya subiendo el tono y se vaya generando una apertura y una manera de hablar de las cosas de una forma muy clara, descarnada y directa. Eso remueve mucho. Un conflicto que podría estar en cualquier grupo de WhatsApp de cualquier colegio. Los que somos padres lo sabemos y eso visto en un escenario gana una dimensión bastante grande. A. L.: Y entre el compás de espera y el conflicto pues sube la tensión, sacan lo mejor y lo peor, de ahí el pocillo de la mala leche que les sale en un momento dado. Pero hay muchos matices también de la personalidad de cada uno que afloran en el espectáculo y se disfruta mucho desde el patio de butacas.

–¿Han trasladado muchas experiencias personales a este espectáculo?

–A. S.: Partimos de ahí. Hay mucho de lo que hemos sufrido, vivido en esos grupos de WhatsApp, en los parques... Porque al final, hay una frase en el espectáculo que es muy definitoria que dice que a tus hijos no los educas tú, los educan los padres de sus amigos.

–¿Qué dan más miedo, los padres o los niños?

–A. S.: Hombreee (risas). Los niños son muchas veces fruto de la educación de sus padres, la mayoría de las veces, y también de los miedos, las frustraciones y las ilusiones no cumplidas que uno se las empuja a los niños. Hay mucho de eso en el espectáculo, un análisis de cómo somos y de cómo al final la educación que hemos recibido y sus fallos, si no los hemos limpiado, acaban heredándose. Y más ahora, que estamos en un proceso como sociedad que analizamos mucho de dónde venimos, cuáles han sido nuestros errores como sociedad, la educación que hemos recibido... Creo que es un momento espléndido para que llegue este espectáculo.

"No veas cómo se liberan los padres y las madres en el patio de butacas viendo el espectáculo, porque además de mala uva hay mucho humor"

–¿Han ‘interrogado’ mucho a sus hijos para este espectáculo?

–A. S.: Alberto tiene dos niñas y yo dos niños. Curioso. A. L.: Han sido objeto de observación. Dejémoslo ahí. Pero no el niño en sí, sino el entorno. A. S.: Y las etiquetas también que ponemos por nuestros propios prejuicios. Ante ciertas cosas que luego los niños las ven extraordinariamente naturales, para nosotros se hacen un mundo. A.L.: No veas cómo se liberan los padres y las madres en el patio de butacas viendo el espectáculo, porque además de mala uva hay mucho humor. A. S.: Es un espectáculo netamente teatral. Es un espejo para el que observamos la realidad.

–Muy intensa la labor que han desarrollado también en su homenaje a los Álvarez Quintero.

–A.L.: Sí, se ha hecho un estudio muy exhaustivo de su obra teatral. Es continuar el legado de lo que hacían, de contar historias de gentes que, por muy humildes que sean, todo el mundo tiene su historia. A. S.: Y acabar con los prejuicios que hay contra ellos y que ha impedido al público conocer mejor su obra teatral. Tenemos un tesoro que está más vivo que nunca y eso lo demuestra el éxito de la gira que estamos haciendo. Y no hemos adaptado el texto, no se ha tocado ni una coma, aunque parece que está traído a hoy. Es la magia de los clásicos. Sus 228 piezas, joyas andaluzas, influyeron a grandes niveles.

–¿De qué tema es complicado hoy hacer teatro?

–A. L.: No hacemos autocensura. A. S.: Es más, si hay algún tema que vemos delicado, vamos directamente ahí. Es superar miedos. No somos cobardes a la hora de tocar temas, pero tratados desde el respeto siempre.

stats