Encontrar empleo en Jerez es tarea complicada. La crisis económica y la reforma laboral han dificultado aún más si cabe el acceso al debilitado mercado laboral jerezano, el que mayor número de contratos arroja de toda la provincia, pero también el de mayor precariedad.

La estacionalidad del empleo es un mal endémico en todo el sur de la Península, donde Jerez presenta una tasa de contratos temporales del 96%, ligeramente por encima de los porcentajes en este apartado de la provincia y de Andalucía. Sin embargo, es en los índices de empleo a tiempo parcial donde el municipio jerezano marca la diferencia, para mal, ya que su tasa de trabajadores con una jornada inferior a la ordinaria se dispara por encima del 50%, diez y veinte puntos por encima de las medias provincial y andaluza, respectivamente.

De los poco más de ocho mil contratos firmados en Jerez el pasado mes de marzo, unos 7.700 llevaban fecha de caducidad incorporada y más de cuatro mil, para colmo, se encasillaban entre los que se establecen por un número de horas inferior a la jornada completa y a cuyos titulares se restringe la posibilidad de realizar horas extraordinarias para complementar el salario.

Los datos de marzo son prácticamente un calco de los registrados el mismo mes de 2008, es decir, hace ocho años y poco antes del estallido de la crisis. Los contratos en aquel mes rozaron los ocho mil, de los que 7.600 fueron temporales. La diferencia radica en que, a casi igual número de contrataciones eventuales, por entonces sólo 2.100 -casi la mitad que ahora- incorporaron la coletilla de 'a tiempo parcial'.

Lo grave del asunto es que la presencia de este tipo de contratos, entre los más precarios que se despachan, se ha duplicado en Jerez en los últimos ocho años al dispararse 24 puntos. En el mismo periodo, los contratos a tiempo parcial han crecido considerablemente en la provincia y Andalucía, pero lejos de la escalada experimentada en Jerez, ya que el incremento en estas dos últimas plazas desde 2008 es de 13 puntos -la mitad que en la ciudad-.

En esta pesada lacra social, las mujeres llevan las de perder. El caso es que antes de la crisis y en la actualidad, el reparto entre ambos sexos de los contratos temporales se mantiene -los hombres firman el 60% de las altas totales y también de las temporales, y las mujeres, el 40%-. Los márgenes, antes de la crisis, se estrechaban en los contratos a tiempo parcial -el 46% en ellos y el 54% en ellas-, situación que ha dado un vuelco, ya que ocho años después ellas encabezan el reparto con un 65% de las contrataciones que no son a jornada completa, frente al 35% de los varones.

En números redondos, las altas a tiempo parcial de los hombres se situaron en 1.878, mientras que las firmadas por las mujeres superaron las 2.180, hasta completar las 4.059 totales. Ocho años atrás, en el mismo mes de marzo, los varones firmaron 730 de los casi 2.100 contratos por horas registrados en Jerez, por lo que más de 1.300 fueron suscritos por trabajadoras.

Por contra, los contratos de las mujeres son más estables que los de los hombres. Así se desprende del seguimiento del mercado de trabajo que realiza el Servicio Andaluz de Empleo, cuyos últimos datos indican que los contratos indefinidos del sexo femenino son un 4,3% de su total, mientras que los masculinos se quedan en el 3,6%. Cabe destacar que en el intervalo de los ocho últimos años, la población de Jerez ha crecido en diez mil personas, hasta las cerca de 213.000 actuales, si bien la mitad son hombres y la otra mitad mujeres.