David Lagos, 14 horas parado en un tren "en medio de la nada" en un día "tan peculiar como caótico" que acabó durmiendo en el suelo

El cantaor jerezano relata que cuando se acabaron las existencias del bar, que "hizo su agosto", la Guardia Civil llevó agua y "horas más tarde, unos voluntarios del pueblo más cercano nos trajeron unos bocadillos. ¡¡Qué humanidad!!"

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David Lagos, delante del tren en el que viajaba.
David Lagos, delante del tren en el que viajaba.

El cantaor jerezano David Lagos ha sido uno de los viajeros de tren que sufrió en sus propias carnes el apagón eléctrico de este lunes y así lo ha reflejado en sus redes sociales, plasmando una crónica de las 14 horas que pasó "en medio de la nada" en un día "tan peculiar como caótico".

Esta es la crónica de David Lagos:

"Un apagón de vez en cuando....

14 horitas en el tren, en medio de la nada. Sin luz, sin comunicación.... pero eso sí, ¡¡¿En el bar se podía pagar con tarjeta?!! Hizo el agosto el del bar!!!

Cuando se le acabó todo, literalmente todo, llegó la Guardia Civil y nos trajo agua. Horas más tarde, unos voluntarios del pueblo más cercano nos trajeron unos bocadillos. Qué humanidad!!

Después de 14 horas nos llevaron de vuelta a Madrid, nos dieron una manta y a dormir en el suelo hasta nueva orden.

Entre otras cosas curiosas y anécdotas que vivimos en un día tan peculiar como caótico, fue maravilloso ver cómo al cabo de una hora sin teléfono, los pasajeros empezamos a hablar unos con otros. Parecía que nos conociéramos de toda la vida.

Los baños no funcionaban y como hacía un día maravilloso, empezamos a salir a las vías para improvisar baños entre los matorrales. Después de varias horas, todo el tren estaba fuera, unos contaban su vida, otros hablaban de los años de la guerra, otros imaginaban hipótesis sobre la causa del apagón... Los niños pequeños disfrutaban corriendo de un lado a otro, con una total atención por parte de los padres que no miraban al móvil.

Había un señor de unos 70 años que podía sintonizar la radio en su móvil.

Qué grande la radio!!! Iba dando las pocas noticias que llegaban a cuentagotas.

Lo peor fue no poder contactar con la familia. Ellos también lo pasaron mal.

En un momento determinado, alguien gritó teléfono en mano "tengo cobertura" y todo cambió en un instante.

Se hizo el silencio, casi de forma instantánea. Empezaron a sonar los mensajes de WhatsApp, pi pi pi... Todo el mundo bajó la cabeza y ya solo se veía la luz de las pantallas reflejadas en las caras de los que aún tenían algo de batería. Fuera estaba oscuro, había caído la noche y todo volvía a la normalidad. Esa normalidad a la que nos vemos acostumbrados, a la que hemos sucumbido. Deshumanizados, pero dentro de la normalidad.

Por cierto, aproveché para hacerme una foto que espero no poder volver a hacer, jejejeje, que me pilla el tren!!!!".

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