Aunque pueda parecer difícil de creer, esta fotografía ha sido de las más complicadas de conseguir y de las que más satisfacción puede sentir estas páginas cofrades. Dos instituciones. Carlos Otero lo ha sido todo para su Madre de la Merced y para su otra gran devoción: la Virgen del Carmen. Por su parte, José Carlos Gutiérrez heredó la maestría de su tío. El mimo y la perfección reunidos a la hora de vestir y cuidar a la Santísima Virgen. Vestidores de tronío y enamorados de su oficio.