LA celebración del VIII Salón de Vinos Nobles en el Alcázar jerezano en esta nueva edición, tras no haberse podido organizar desde el año 2010, supone para el sector del vino en general una enorme satisfacción por la recuperación de tan esperado y destacado evento internacional. Si es verdad que este año no será el más recordado posiblemente por la situación que se atraviesa en la actualidad, es seguro que el nuevo comisariado junto a los grupos de trabajo que se organizaron para la celebración de esta edición seguirán la línea trazada para los próximos años.

Lo que sí creemos todos aquellos que hemos estado trabajando para la organización y buen desarrollo de esta edición es que sería un vasto error dejar pasar el tiempo sin ponernos a trabajar en lo que será el próximo Salón en el 2016. Una planificación con más tiempo te permite un margen de maniobrabilidad mayor para salvar, sobre todo, imprevistos de calendario, así como una importante campaña de difusión y comunicación en torno al evento porque, ¿quién duda que un Salón como Vinoble en sí no interese al sector? Nadie, absolutamente nadie. Os garantizo que de todos los estamentos y sectores de la vitivinicultura, pasando de un plano horizontal a otro vertical, desde el área técnica al área comercial, celebramos y nos felicitamos por la vuelta de este clásico que nunca tuvo porqué dejarse de celebrar.

Por ello es importante que desde hoy mismo empecemos a trabajar y a diseñar lo que puede llegar a ser el próximo Salón. Es verdad que este año y con la elección por parte de Recevín, como 'Ciudad Europea del Vino', todo ha parecido mucho más fácil en esta vuelta tras la no celebración en el año 2012 y seguramente es de agradecer que esto haya sido así porque se ha generado muchas actividades y expectación en torno a Jerez como capital del vino, y sobre todo, abrigando y encumbrando a la celebración del Salón y dando por bueno a esta semana como la principal de todo el calendario previsto en el año 2014.

De este modo, es importante que todas las administraciones e instituciones que participen en las próximas ediciones concreten y coordinen todas las actuaciones de promoción que quieran hacer en torno al evento de una forma organizada y siempre en pro del mismo Salón para una mejor eficiencia en la promoción global del evento.

De esta forma, creemos que han sido positivo todos los eventos paralelos y simultáneos que se han organizado durante esta semana, como fue la celebración del Congreso Nacional de Enólogos, cuyo promotor, la Federación Española de Asociaciones de Enólogos, pudo incluir en el programa y entre sus asociados, como parte lúdica, la visita a este prestigioso Salón. La visita ha supuesto para todos estos profesionales una excelente oportunidad para poder disfrutar y conocer estas joyas, algo que no siempre está al alcance incluso de los profesionales cualificados, ya que por lo general trabajan en regiones donde se producen vinos tranquilos.

Igualmente, se ha celebrado en esta ciudad a través de la federación nacional de enólogos, la asamblea de la Unión Internacional. Además de tratar todas las inquietudes y proyectos profesionales a través de las dos asambleas que celebran al año tanto en Europa como América respectivamente, el colectivo aprovecha para celebrar sus asambleas en emplazamientos dónde existe un evento de alcance internacional como es el caso de Vinoble, dando con ello máxima importancia a la visita de esta representación de máximo nivel y su potencial difusión a través de los canales internacionales que dirigen.

Por tanto, y tras la vuelta de Vinoble, podemos hablar del inicio de una segunda etapa de este Salón donde, adaptándonos a los tiempos actuales, tenemos la obligación de seguir trabajando para seguir manteniendo el nivel de excelencia de la cita, y donde recordemos que, sobre todo, sirve de escaparate para nuestros vinos y para la promoción de nuestra ciudad.

Santiago Jordi es Presidente de la Federación de Asociaciones de Enólogos