A las 11:45 horas de este viernes se abrieron las dos puertas del instituto Elena García Armada para la vuelta a clase y entrada de los alumnos, la del patio -por donde salieron el jueves- y la principal. El centro jerezano ha tratado así de recobrar la normalidad después de los tristes sucesos del jueves, cuando un alumno, menor de edad (14 años), sacó dos cuchillos de su mochila nada más empezar la clase de Biología de 3º de ESO y apuñaló a un compañero, luego a la profesora que acudió a socorrer al herido y a partir de ahí se desató el pánico, con el presunto agresor tratando de apuñalar a los que -según su versión- le estaban haciendo la vida imposible, aunque tanto el colegio como Educación han cerrado filas asegurando que no tenían conocimiento de episodio alguno de acoso escolar y que no había denuncias de bullying de la familia del presento agresor detenido, que ya ha prestado declaración ante la Fiscalía de Menores. 

La jornada en el IES Elena García Armada comenzó a las 8:15 horas, cuando el profesorado recibió pautas de actuación con los menores por parte de especialistas de la Consejería de Desarrollo Educativo y FP y de la Consejería de Salud y Consumo hasta las 11:15 horas.

Tras media hora de descanso, a las 11:45 horas se abrieron las puertas del instituto para la entrada de los alumnos, que habían comenzado a congregarse en los alrededores del centro un rato antes, la mayoría acompañados por sus padres y todos expectantes por la cantidad de cámaras y medios de comunicación presentes.

Hubo de todo: desde alumnos que no fueron a clase hasta los que, con permiso de sus padres para quedarse en casa, decidieron acudir al centro. Otros fueron pero con miedo y nervios, como reconocían sus padres. En el instituto, los alumnos fueron recibidos por el profesorado, tutores y especialistas en atención emocional. Del mismo modo, se ha comunicado a los padres y madres que la enfermera de referencia, "también estará estos días en el centro para atender a todo el alumnado que lo solicite. Aunque estos recursos se ponen a disposición del alumnado y profesorado, cualquier miembro de la comunidad educativa que requiera atención puede solicitarlo.

"Mi hija ha pasado una noche de pesadillas y de miedo después de los momentos de pánico vividos", ha comentado el padre de una alumna a las puertas del centro. "Aunque los niños son fuertes y jóvenes pero van a necesitar esa ayuda de profesionales porque han pasado un golpe muy duro", ha dicho la madre de una niña del instituto, que ha valorado la pertinencia de afrontar esta situación "cuanto antes para volver a la normalidad".

Algunos de los presentes se daban cuenta de que no era una entrada normal al centro y varios padres coincidían en que a los alumnos se les veía "más nerviosos de lo habitual y todavía con algo de miedo", pero confiaban en que ya el lunes el regreso a las clases sea como cualquier día. Recordando lo sucedido en la mañana del jueves, un padre relataba que "en un primer momento mi hijo pensó que era una broma cuando se oyeron los gritos en la clase de al lado" y ha añadido que el alumno ha pasado un día complicado "cuando ha sido consciente de lo que realmente ha sucedido".

La tía de un alumno del instituto ha reconocido que el comentario generalizado es que al presunto agresor "lo estaban acosando y lo han ido cansando" y ha dicho que los padres deben estar más pendientes "de lo que llevan los alumnos en sus mochilas".