Jerez

La lluvia espanta la sequía

  • Asaja y Coag destacan los beneficios para el campo de los 200 litros de media caídos la última semana

  • Los pocos daños del temporal se concentran en caminos rurales y cultivos puntuales

Tierras de labor y viñedos junto a la carretera del Calvario cubiertos por agua tras las abundantes precipitaciones registradas en los últimos días.

Tierras de labor y viñedos junto a la carretera del Calvario cubiertos por agua tras las abundantes precipitaciones registradas en los últimos días. / pascual

Las lluvias acumuladas en la última semana en la provincia, por encima ya de los 200 litros de media, dejan buenas sensaciones en el campo. Todo o casi todo son buenas noticias para el sector agrícola, que saluda las copiosas precipitaciones de lo que va de marzo tanto por la aportación a los embalses como por los beneficios para la inmensa mayoría de las comarcas y cultivos de esta época del año.

Las dos principales organizaciones agrarias, Asaja y Coag, coinciden en que los daños ocasionados por el temporal en la provincia son escasos y puntuales, pues ni siquiera los tornados y vientos huracanados registrados en los últimos días han tenido efectos extendidos en el campo, disipándose además la amenaza de sequía que se cernía sobre el sector por el importante déficit hídrico que arrastraba el año hidrológico dentro del ciclo seco que se extendía desde hace cuatro años.

Casi todo son buenas o muy buenas noticias, señalan desde ambas organizaciones agrarias, que hacen especial hincapié en la bendición del aumento de agua embalsada en las cuencas de la provincia, que alcanzan la mitad de su ocupación tras un repunte del 10% en la última semana.

Las reservas de los pantanos seguirán subiendo en los próximos días por las aportaciones de las escorrentías para recortar la diferencia de diez puntos que les separa de la ocupación que tenían las cuencas del Guadalete y el Barbate el año pasado por estas fechas. Y la contribución de las lluvias tranquiliza a los agricultores, que ven garantizados los riegos de los cultivos de siembra primaveral, para los que se temían restricciones, pues según lo describe el secretario provincial de Coag-Cádiz, Miguel Pérez, "el delegado de Agricultura tenía ya preparado bajo el brazo el decreto de sequía, con el que el agrícola es el primero de los tres usos del agua de los embalses -los otros dos son el abastecimiento a la población y el uso industrial- que se corta cuando hay poca disponibilidad".

Los cultivos de secano precisarán un empujón en forma de lluvia ya entrada la primavera, entre finales de abril o principios de mayo, para redondear la faena, pero las precipitaciones de la última semana les viene que ni pintada para su siembra y nascencia, algo a lo que contribuye que la lluvia ha caído como le gusta al campo, a saber, en secuencias no torrenciales y con interrupciones para retener la máxima cantidad de agua y para que la tierra se ventee.

En la campiña de Jerez, el presidente de Asaja-Cádiz, Pedro Gallardo, destaca que el agua ha caído muy bien tanto para los cereales de invierno y la remolacha otoñal como para los cultivos leñosos, en concreto el viñedo, que acumula reservas de cara a la próxima vendimia, y el olivar. Coag apunta también al aporte de las lluvias para la preparación de las tierras ante las siembras del algodón y la pipa de girasol.

En los invernaderos de la campiña y Costa Noroeste no se aprecian daños de consideración, mientras que las hortícolas al aire libre, principalmente patatas y zanahorias, pueden tener algún problema por hongos, nada que no se pueda remediar con un tratamiento aéreo.

En la Janda y la Sierra, las lluvias han sido muy bien recibidas por los cereales y el olivar, pero también llegan en el momento justo para los pastos, lo que aliviará la situación de los ganaderos , que en los últimos meses han realizado importantes desembolsos en piensos, entre los que era difícil encontrar ya ecológicos.

Los únicos daños reseñables se concentran en caminos rurales, de los que alguno han quedado completamente impracticables o han desaparecido, y en el Campo de Gibraltar, tanto en cítricos que aún no se habían recolectado como por inundaciones en zonas del Guadiaro y el Hozgarganta. Asaja también apunta alguna incidencia en el aguacate por rotura de ramas y daños en estructuras como vallas y naves, aunque no generalizados.

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