El desalojo del Festival Zambombas Sherry producido en la madrugada del pasado sábado aún colea en la ciudad. Muchos de los asistentes han relatado a este medio lo sucedido durante el evento, que congregó a casi cinco mil personas, según cifras policiales, cuando el aforo permitido era de algo más de dos mil doscientas.

"Nosotros llegamos a las nueve y media, pero el festival empezaba a las cinco", asegura una de las jóvenes que estuvo en Bodegas Diplomático, donde se celebraba el mismo. 

"Allí había varias zonas, la central donde estaba el concierto, dos naves laterales donde había menos gente y el patio. Cuando nosotros llegamos, intentamos acceder a la zona de concierto, pero fue imposible porque en los tres arcos donde estaban las puertas había tres seguridad que no te dejaban acceder. Sólo podías hacer cuando saliese alguien", añade.

Aún así, llegado un momento "sobre todo cuando empezó el concierto de El Canijo, al que queríamos ver, pude entrar pero me salí rápidamente, porque era imposible estar, gente apretada y muchísimo calor". 

Eso sí, admite que "el desalojo se hizo bastante bien, no hubo avalanchas ni nada parecido, y la gente salió sin problemas. Entiendo que a lo mejor alguien se pudo poner nervioso, pero ya digo que se hizo todo muy bien".

Carlos, otra persona que estuvo en el concierto, reconoce que la situación no fue tan dramática como parece. "Había gente, pero es algo normal en este tipo de eventos, he estado más agobiado en otras situaciones como en Semana Santa o Feria", asegura.

No opina lo mismo Carmen, que "llegué a pasar miedo en algún momento, sobre todo porque los de seguridad empujaban de mala manera y el calor dentro de la bodega era terrible". A su juicio, "allí había más gente de la cuenta, eso está claro".

Otro joven que acudió al festival y que no quiere dar nombres entiende que "hay dos cosas claras en todo esto, o los organizadores no tenían ni idea de cómo funciona esto o han cometido una ilegalidad vendiendo más entradas de la cuenta".

La realidad es que la actuación de la Policía Local, en una acción coordinada con la Nacional, al filo de la medianoche pudo haber evitado un altercado de consideración, pues tal y como han indicado fuentes policiales, el aforo se había duplicado. El operativo se llevó a cabo mientras actuaba El Canijo de Jerez, que se vio obligado a suspender la última parte de su actuación.    

Este medio intentó durante toda la jornada del domingo ponerse en contacto con los organizadores del evento, algo que no consiguió.