"Cuando no haya comida ni gasolina, nos tomarán en serio". Las declaraciones de Lola Guzmán, agricultora valenciana y una de las principales promotoras de la movilización de agricultores independientes convocada a través de redes sociales que está colapsando este martes las principales carreteras de todo el país, entre ellas las de acceso y salida a Jerez de la Frontera, dejan entrever el objetivo principal de estas protestas, provocar el desabastecimiento en los lineales de los supermercados y el suministro en las gasolineras como en su día hicieron los transportistas para forzar un cambio de rumbo en las políticas agrarias españolas y comunitarias, así como medidas urgentes que permitan paliar la asfixia que sufre el sector.

El sector se ha echado a la calle con idea de "cortar España" a través de esta movilización, que se anticipa a las convocadas a partir de mediados de febrero -caso de la tractorada prevista en Jerez para el 22 de febrero- por las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas agroalimentarias de Cádiz, y con la que siguen los pasos de las protestas protagonizadas por los agricultores franceses, italianos y portugueses, en pie de guerra contra las políticas agrarias y medioambientales europeas, el recorte de ayudas de la PAC, la competencia desleal por la importación de alimentos de terceros países, incremento de los costes de producción, falta de agua por la sequía... 

Las protestas del movimiento surgido de la sociedad civil iniciadas este 6 de febrero y las convocadas por las organizaciones representativas del sector persiguen, básicamente, los mismos objetivos que las que recorren toda Europa: la defensa de la viabilidad del sector.

Estas son las reivindicaciones:

• Plan de Choque específico para la provincia de Cádiz que incluya medidas urgentes contra la falta de agua por la sequía.
• Rebaja de las exigencias medioambientales "absurdas" de la PAC y adaptarla a la realidad productiva de los territorios.
• Revalorización de la actividad agraria y reconocimiento del valor de la profesión de agricultor y ganadero.
• Simplificación administrativa y burocrática para el agricultor y ganadero, con la eliminación, entre otros, del Cuaderno Digital. 
• Derogación de normas medioambientales comunitarias que imposibilitan la labor del sector: Pacto Verde Europeo, Ley de Bienestar Animal, Ley de Restauración de la Naturaleza...
• Supresión de la obligatoriedad de dejar un 4% de las tierras en barbecho.
• Revisión de todos los acuerdos comerciales y paralización de todos aquellos, como Mercosur, que utilizan al sector agrario como moneda de cambio para otros intereses.
• Control de los fitosanitarios de productos de terceros países de acuerdo con la normativa comunitaria con la introducción de cláusulas espejo.
• Cumplimiento de la ley de precios para que el agricultor o ganadero no se vea obligado a vender a pérdidas, así como medidas para contener los costes de producción.
• Garantizar una Cadena Alimentaria resistente, transparente y más justa para los agricultores y ganaderos.
• Mayores incentivos fiscales, laborares y de financiación a tipo cero, con una legislación laboral y de seguridad social acorde a la realidad del sector, donde se tenga en cuenta la eventualidad del campo.