Por si ya tenían poco de qué lamentarse la gente del campo, que mantienen como pueden sus explotaciones agrícolas y ganaderas a pesar de la falta de rentabilidad, lo que ha llevado a muchos al abandono de la actividad, la oleada de robos de los últimos tiempos está dando la puntilla.

Hierro. Mucho hierro es lo que buscan, principalmente, los ladrones en las zonas rurales, sin hacerle ascos, por supuesto, a todo lo que se encuentren por el camino, naranjas, melones, tomates, gallinas, cerdos, un tractor… Todo va para delante.

Alfonso Parrazuelo puede dar buena cuenta de ello. Un dato significativo: en el último mes de mayo ha sido víctima de cuatro robos en su explotación ganadera, ubicada en la zona conocida como La Parrilla (entre Paterna y Arcos).

Este ganadero, que hoy en día tiene unas 1.200 ovejas, afirma, sin dudarlo, que lo que está pasando hoy en día con los robos en el campo no lo ha vivido nunca: "A los 44 años que tengo, yo esto no lo he visto nunca. Robos en el campo ha habido siempre, pero ahora se ha desbordado por completo, especialmente por el tema de los hierros".

Efectivamente, los amigos de lo ajeno se pasean por los campos de la provincia en busca de cualquier elemento metálico: tubos y demás infraestructura de riego, cancelas para ganado, escuadras para alambradas… y todo tipo de maquinaria agrícola, ya sea grande o pequeña. Todo les vale, ya que estos ladrones van equipados a cometer sus fechorías. "Llevan remolques y furgonetas grandes -comenta Parrazuelo-, se les puede ver incluso de día dando vueltas por los caminos".

Y no sólo cuentan con un transporte adecuado a las circunstancias, sino que, además, van armados. Alfonso Parrazuelo lo ha comprobado, ya que en el último robo cometido en su explotación los ladrones portaban "un rifle 22, con el que mataron a la cerda que me robaron, entre otras muchas cosas que se podrían cuantificar en unos mil euros". Esto lo ha podido saber porque los ladrones fueron advertidos por un vecino, quien comprobó que los ladrones, "una pareja de unos treinta y pico años" estaban armados, por lo que la preocupación está aumentando entre agricultores y ganaderos. "Es para tener miedo -dice Parrazuelo-. Nos traen fritos entre todos".

A la espera

Para contrarrestar esta avalancha de robos en el campo, el Ministerio del Interior, en colaboración con el de Medio Ambiente, ha puesto en marcha recientemente el Plan contra los Robos en Instalaciones Agrícolas y Ganaderas.

Según anunciaron las autoridades, el pasado 2 de mayo comenzaba a funcionar. Si se tiene en cuenta la experiencia que han tenido tanto Alfonso Parrazuelo como otros muchos agricultores y ganaderos de la provincia, los efectos paliativos del mencionado Plan aún no se han dejado notar.

A pesar de ello, y porque aún es pronto para sacar conclusiones, el Plan puesto en marcha por el Gobierno cuenta a priori con las bendiciones del sector, a cuyos representantes se les presentó el pasado mes de abril.

Miguel López, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos -COAG-, participó en la presentación del Plan y destacó tres cuestiones importantes a tener en cuenta: que ladrones forman parte "de grupos organizados", que "es importante controlar la trazabilidad de los productos robados, porque en ocasiones necesitan de un período de seguridad antes de llegar al mercado", que el actual marco legislativo no es "disuasorio" para los ladrones, por lo que habría que tratar de agilizar las denuncias para evitar la reincidencia, y que es clave un mayor control para atajar los robos.

Según se explicó en su presentación, el Plan está dirigido a combatir la vulnerabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas que, entre otras actuaciones, refuerza con más de 1.170 agentes de las Unidades de Reserva la vigilancia en estas zonas.

Concretamente en Andalucía, se anunció que contaría con 1.236 agentes: 164 efectivos de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS), 368 de Unidades Territoriales Específicas, 362 del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y 342 provenientes de las Unidades de Reservas de todas las comandancias del cuerpo en la comunidad.

El objetivo esencial del Plan es mejorar los niveles de prevención. Para lograrlo, el trabajo de la Guardia Civil se centra en la intensificación de los servicios preventivos en las franjas horarias de mayor incidencia de este tipo de delincuencia, en la detección de vehículos sospechosos y de señales de forzamiento en instalaciones, en el incremento de los controles de carreteras y nudos de comunicación y en la puesta en marcha de dispositivos específicos sobre establecimientos de compra-venta de material agrícola usado.

Asimismo, el plan contempla que se refuercen las labores de investigación, para lo cual se potenciará la labor de captación de información y la elaboración de inteligencia específica sobre estos delitos por parte de las Unidades Policía Judicial, y se fomentará la participación en las labores de investigación de todas las unidades territoriales de la Guardia Civil.