Patrimonio

Una torre sólo para el verano de Jerez

  • El Ayuntamiento incluye la Torre Ponce de León en las visitas guiadas al Alcázar hasta el 30 de septiembre

  • La ampliación de esta apertura al resto del año queda pendiente de la inversión en más personal

Imagen de la cubierta de la torre y sus vistas a la ciudad.

Imagen de la cubierta de la torre y sus vistas a la ciudad. / Miguel Ángel González (Jerez)

De las doce torres que tuvo el Alcázar (siglo XII) sólo se conservan siete. Una de ellas es la Torre del Homenaje o Ponce de León. Habitualmente, esta torre no se muestra al público, pero el Ayuntamiento ha ampliado las visitas guiadas al conjunto monumental con este espacio hasta el 30 de septiembre.

La torre debe su nombre a que en 1471, Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz y conde de Arcos (entre otros títulos), en el marco de las luchas que mantenía en la Baja Andalucía con el Duque de Medina Sidonia, tomó por la fuerza Jerez y se hizo fuerte en el Alcázar. Entre esta fecha y 1478 –en que fue desalojado del edificio por los Reyes Católicos– hizo una serie de reformas destinadas a hacer más habitable el recinto y a mejorar el sistema defensivo, especialmente de cara a la población local, dado el modo en que se había hecho con el poder. Fray Esteban Rallón, en el siglo XVII, describe así estas intervenciones: 

En el ángulo entre Oriente y el mediodía está el Alcázar palacio de sus antiguos reyes, fabricado dentro de los muros de la ciudad, cuadrada y cercada de una famosa muralla, que quedó maltratada con un foso que le hizo el marqués de Cádiz, don Rodrigo Ponce de León, cuando gobernaba esta ciudad en tiempo de Enrique IV.[…] El agua que echó en él ofendió los cimientos por algunas partes, tanto que se les han demolido las paredes principales y no han quedado más que los terraplenes tan fuertes que sirven hoy de murallas.

Tenía este caballero poca satisfacción de los xerezanos por haber entrado violento su gobierno y para su seguridad circundó el Alcázar de una cava que hoy dura y labró una torre donde hoy se conserva el escudo de sus armas y dependiente del Alcázar, tan grande como un palacio con todos sus repartimientos, de modo que cabía en ella una familia tan copiosa como la suya con sus salas y divisiones y en las bóvedas bajas, tahonas, hornos y cocina. Y con una puerta levadiza con la que se comunicaba con el Alcázar cuya habitación era conforme a la grandeza de sus Reyes con muchas salas, jardines, huertas y baños”.

La llamada Torre del Homenaje todavía se conserva en el recinto del Alcázar. Formando conjunto con una de las torres primitivas del conjunto, está construida en una sencilla fábrica de tapial, que se supone fue fruto de la premura con que se hubo de levantar, dadas las circunstancias en las que Don Rodrigo pasó a detentar el gobierno municipal de Jerez. El interior, muy reformado, presenta cuatro niveles, realizándose el acceso al torreón islámico por el tercer nivel.

Hay que recordar que durante los siglos XVI y XVII, el Alcázar vuelve a un estado de ruina y abandono. Su conservación y mantenimiento y la reparación de sus muros y torres ya no interesaba en una fortificación, que  se consideraba obsoleta para esa época. Este grado de deterioro culminará al finalizar el siglo XVII, donde volverá a resurgir una nueva etapa de brillantez y esplendor en el Alcázar. Por Real cédula expedida por Felipe IV la tenencia del Alcázar pasa por juro de heredad a Don Lorenzo Fernández de Villavicencio, uno de los linajes más poderosos e influyentes de Jerez, y que emprende una serie de importantes reformas. 

Los descendientes de Lorenzo Fernández de Villavicencio, los Duques de San Lorenzo, habitaron en el Alcázar hasta el año 1926, momento en el cual, y de nuevo debido al estado de abandono en que se encontraba, se vende el Alcázar por 176.000 pesetas al industrial bodeguero perteneciente a la alta burguesía jerezana Salvador Díez y Pérez de Muñoz, quien acomete una serie de reformas y obras en este recinto encargando el proyecto al arquitecto Teodoro Anasagasti. Su intención era hacer un hotel, por lo que todo el interior de la torre de Ponce de León se derribó para hacer habitaciones. Se cree que los techos de la torre original eran mucho más altos. El Alcázar de Jerez fue declarado monumento histórico-artístico por el gobierno provisional de la República en el año 1931. La propiedad pasó después de la muerte de Salvador Díez a sus herederos, quienes la mantuvieron hasta finales de la década de los sesenta del pasado siglo XX, pasando en este momento a ser propiedad municipal.

Este miércoles se ha celebrado una de las primeras visitas guiadas a la torre, a la que ha acudido la delegada de Turismo, Comercio y Consumo, Isabel Gallardo. Recorrerla es profundizar en la historia de este recinto amurallado. Aunque muy reformada a lo largo de los siglos, se respira algo de lo que fue.

En el interior de la torre, apoyada en uno de sus muros y en no muy buen estado, está la placa dedicada a Fortún de Torres, que estaba colocada en el exterior. Señor que da nombre a la Alameda Vieja y que fue un valiente defensor del Alcázar en 1261. Tras subir varios niveles de la torre por unas escaleras aceptables, aunque a las que no hay que quitarles ojo, se alcanza la cubierta. Desde ella, las vistas de la ciudad, y más allá, son totales. 

Las visitas guiadas se desarrollarán a las 10 horas y a las 11.30 horas en el patio de Armas del Alcázar y concluirán en la torre. Isabel Gallardo ha manifestado que “dentro de la ambiciosa programación turística que se esta llevando a cabo por parte del Gobierno municipal, la ciudadanía y visitantes tendrán el placer y el privilegio de estar y conocer la historia de la Torre del Homenaje o de Ponce de León. Ésta se abre para disfrutar de ella aunque se hará con horario restringido por ser un monumento especialmente protegido por su singularidad con el que hay que tener especial cuidado y sumo tacto. Con las visitas organizadas se podrá disfrutar de esta belleza monumental". Las visitas guiadas al Alcázar tienen un precio de 1,80 euros para los jerezanos y 5 euros para visitantes.

Falta de más personal para el resto del año

Esta apertura excepcional de la torre incluida en la visita guiada al Alcázar en verano podría prolongarse al resto del año. Para ello, fuentes municipales apuntan que sería necesario "más personal". “Una oportunidad única para jerezanos y visitantes para conocer una auténtica joya de nuestro patrimonio”, ha destacado la delegada durante la visita respecto a esta apertura estival. Una propuesta que se vería mermada el resto del año a causa de esta falta de inversión en personal por parte del Ayuntamiento. Una ciudad que sin embargo apuesta por ser Capital Europea de la Cultura en 2031. Abrirla al público de forma total requeriría además "una pequeña inversión en cuanto a seguridad para controlar el acceso". 

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