"Está casi hecho pero no está cerrado del todo". Así resumían anoche fuentes del PSOE de Cádiz la posible inclusión de nuevo de Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, en el número uno de la lista al Congreso de los Diputados por esta provincia para las generales del 23 de julio.

Desde la convocatoria de estos comicios se daba por hecho que un ministro encabezaría la lista del PSOE de Cádiz al Congreso, y aunque hubo voces que defendían la inclusión ahí del actual titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, al final fue cobrando fuerza la opción de que el elegido fuera Marlaska, magistrado de profesión, ministro del Interior desde 2018 y que ya fue el cabeza de lista por Cádiz en las dos elecciones generales en 2019, las de abril y las de noviembre.

Al cierre de esta edición estas candidaturas socialistas al Congreso y al Senado seguían elaborándose y no se descartaba que no estuvieran concluidas hasta hoy, antes de que fueran presentadas para su votación en el comité provincial de esta tarde.

En este proceso exprés por la premura en que fueron convocadas estas elecciones lo único que estaba en claro desde el principio es que la dirección provincial que lidera Juan Carlos Ruiz Boix no iba a plantearle un pulso a Ferraz, al contrario de lo que sucedió en marzo de 2019. Entonces, el PSOE de Cádiz aceptó que Marlaska fuera de número uno pero a partir de ahí hizo unas listas al Congreso y al Senado que fueron cercenadas luego en Madrid. La dirección federal del partido no admitió la inclusión en esas candidaturas de dirigentes como González Cabaña, López Gil o el propio Ruiz Boix, que fueron relevados por otros dirigentes del partido que eran más afines al sanchismo.

Aquella purga fue tan dura que en esta ocasión en la sede provincial de San Antonio tenían claro que aceptarían sin rechistar los nombres que plantearan desde Ferraz. Y la aceptación de Marlaska es un claro ejemplo de ello.

El ministro del Interior es bien visto por la mayor parte de la familia socialista gaditana pero es evidente que su presencia al frente de la lista –en el caso de que se confirme– también supone un riesgo, primero por su polémica gestión (acercamiento de presos al País Vasco, los sucesos en las vallas de Ceuta y Melilla o la famosa tanqueta en la huelga del sector del Metal en la Bahía) pero también porque Marlaska renunció a su escaño de diputado por Cádiz en febrero de 2020, nada más arrancar la última legislatura. El ministro del Interior acataba así las órdenes de Pedro Sánchez, que prefería que los ministros no fueran diputados para que pudieran centrarse en sus obligaciones ministeriales sin el riesgo de perder votaciones en el Congreso en caso de estar ausentes.

Todo apunta, por tanto, a que Marlaska será el cabeza de lista al Congreso. Del resto de los candidatos que estarán en los puestos de salida, nada se sabía anoche. Algunas fuentes barajaban los nombres de Mamen Sánchez, presidenta provincial del partido, ex diputada nacional y aún alcaldesa de Jerez aunque dejará el cargo el día 17, y del propio Ruiz Boix en la lista al Congreso, mientras que en la del Senado se supone que estarán Alfonso Moscoso, vicesecretario provincial del partido y alcalde de Villaluenga, y la chiclanera Cándida Verdier.