El Retín fue expropiado por el Gobierno de la UCD en 1981, con el socialista Serafín Núñez en la Alcaldía de Barbate. Parte de las tierras, unas 800 hectáreas de las Hazas de la Suerte, eran comunales, pero cambiaron de clasificación y titularidad por tratarse de una operación de interés estatal. Las promesas de generación de riqueza y empleo por parte del Gobierno central, a posteriori incumplidas, evitaron la oposición inicial de los vecinos.

Las primeras plataformas contrarias al campo de tiro se organizaron a finales de los 80 y las movilizaciones se sucedieron a lo largo de dos décadas. En 1998, unas 10.000 personas se manifestaron contra la instalación de un polvorín en el municipio y obligaron a cambiar de planes a la Armada.

La zona también ha sido objetivo anhelado para el desarrollo de proyectos urbanísticos. El principal se planteó a finales de los 80, el plan Puerto de la Plata, y derivó en el proceso judicial que provocó la inhabilitación del alcalde Serafín Núñez por prevaricación y desencadenó el ‘caso Juan Guerra’, que llevó a los tribunales al hermano del entonces vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra.

El plan Puerto de la Plata, respaldado originalmente por el empresario Jesús López, proyectaba la construcción de un complejo con un puerto deportivo y centenares de viviendas en la margen derecha del río Cachón, junto a Zahara, que abarcaba suelo bajo servidumbre. Serafín Núñez frenó el plan por su manifiesta enemistad con el promotor para, poco después, retomarlo con otro empresario, José Garrido, vinculado a Juan Guerra, que consiguió la aprobación del proyecto en Pleno antes de que los tribunales revocaran esa decisión.

Otra iniciativa turística en El Retín fue presentada a finales de los 90 por el alcalde Juan Manuel de Jesús (PP), que planteaba la construcción de varios hoteles especializados en turismo de salud en suelos bajo servidumbre. El proyecto no cuajó.

La férrea disciplina con la que el Ministerio de Defensa mantiene sus terrenos en ElRetín han permitido la conservación de un entorno natural excepcional al margen de la especulación inmobiliaria, a pesar de que las actividades militares han provocado varios incendios de consideración como los acontecidos en 2000 y 2005.

En 2008, la sierra se convirtió en el primer enclave en el que el Ibis Eremita, ave en peligro de extinción, lograba nidificar en libertad en los últimos 500 años. El programa de reproducción de la especie es un éxito internacional.