La almadraba de Sancti Petri se topa con la oposición del sector atunero
Alertan del “agravio” que supondría cambiar el sistema de reparto del atún rojo para concederle cuota del Fondo de Reserva y aseguran que “podría tener importantes consecuencias legales y económicas”
Chiclana confía en recuperar la histórica almadraba de Sancti Petri
Los principales sectores tradicionales del atún rojo —almadrabas, cerco, cañeros, línea de mano y palangre— han remitido un nuevo escrito a la Secretaría General de Pesca (SGP) en el que rechazan que se esté contemplando la entrada de nuevos actores en este reparto, ya que consideran que no se cumple con lo establecido en el Real Decreto ni con el criterio utilizado tradicionalmente por el ICCAT al considerar que supondría un “agravio” para “quienes han sostenido la pesquería durante décadas con inversiones, pérdidas económicas en épocas de escasez y el cumplimiento estricto de las cuotas”.
Se trata del segundo documento enviado en poco más de un mes, tras la reunión anual de ICCAT celebrada en Sevilla, donde se aprobó un incremento de cuota que España deberá repartir entre flotas. Los firmantes —un frente común que incluye a Pesquerías de Almadraba (es decir, la almadraba de Barbate), Grupo Fuentes, Apromar, Grupo Balfegó, armadores de cerco, cañeros del Cantábrico y representantes de la flota artesanal del Estrecho, entre otros— piden modificar la propuesta de reparto planteada por la SGP en el Real Decreto 46/2019, que regula la pesca del atún rojo.
El escrito denuncia que los escenarios de reparto barajados por la administración destinan un porcentaje “insuficiente” del aumento de cuota a los sectores históricos, que suman actualmente el 87% del peso del censo. Según los cálculos sectoriales, los escenarios con subidas del 7%, del 11% y del 17% solo asignan entre un 1%, un 36% y un 52% respectivamente del incremento a las flotas tradicionales, “muy por debajo del papel que han desempeñado en la recuperación de la especie y en el afianzamiento de la cuota española”, aseguran.
Los firmantes reclaman que al menos el 50% del aumento vaya a las listas A, B, C, D y E (almadrabas, cerco, cañeros, línea de mano y palangre), y que se garantice en la próxima normativa que estas flotas no pierdan porcentaje si en futuros años se reduce la cuota para España.
El riesgo de repartir cuota a nuevas flotas
Los sectores implicados muestran su preocupación por una ampliación del reparto hacia la pesca artesanal y embarcaciones de artes menores que, según afirman, pueden no ser capaces de consumir la cuota asignada. Temen que eso lleve de nuevo a que España no ejecute toda su cuota, lo que podría perjudicar la posición del país ante la UE y ante ICCAT.
Además, alertan de un posible colapso del sistema de control: más embarcaciones, más puertos, más zonas de pesca y el precedente de la reciente huelga de inspectores pesqueros crean “un escenario delicado”, según señalan.
La almadraba de Sancti Petri
El escrito es especialmente crítico con la posibilidad de destinar parte del Fondo de Reserva a permitir la entrada de la almadraba de Sancti Petri, cuya licencia data de 2003 pero que nunca llegó a calarse. Según los firmantes, su promotor “no quiso invertir durante años” mientras “todos los sectores tradicionales se han apretado el cinturón, pero han seguido generando empleo e invirtiendo” y ahora pretende acceder al reparto “sin haber generado históricos de captura, condición clave exigida en el RD y uno de los criterios principales en ICCAT para la obtención de cuota”, critican los firmantes del documento enviado a la SGP.
Afirman que otorgar cuota a esta instalación —cuyo expediente administrativo se encuentra en suspenso— supondría un precedente “legalmente discutible” y abriría la puerta a un “efecto llamada” para nuevas almadrabas o unidades de flota que quisieran incorporarse al sistema sin cumplir los criterios históricos. “El trabajo y los sacrificios de quienes sí han mantenido la pesquería durante años quedarían devaluados”, apuntan.
Entre las medidas planteadas al Ministerio, destacan las siguientes: que el Fondo de Reserva se use para gestionar excedentes reales de otros Estados miembros, rebasamientos o cuotas no consumidas, no para asignar nuevas cuotas a instalaciones sin historial; permitir cesiones temporales y definitivas de cuota entre flotas, para optimizar el consumo; aumentar el carry over del 5% al 20%, tal como aprobó ICCAT; garantizar que futuras reducciones no dañen las asignaciones absolutas de 2025; detallar la regulación que afectará a las granjas de engorde.
Los sectores tradicionales concluyen su escrito reclamando que se respete su papel en la recuperación del atún rojo. Piden que ningún nuevo actor “pueda entrar en el reparto sin cumplir los criterios establecidos” y que “las almadrabas históricas” no se vean perjudicadas por decisiones que, aseguran, “podrían tener importantes consecuencias legales y económicas”.
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