"Estamos para aportar nuestras capacidades, ayudar en lo necesario y el tiempo que sea necesario. Es aportar nuestro granito de arena para superar esta situación de emergencia". A final de marzo, el capitán Fernando Herráiz, del TEAR, contestaba así a las preguntas de este medio sobre la operación Balmis, que apenas llevaba unos días en marcha en la provincia. Las Fuerzas Armadas, y la Armada especialmente en Cádiz, aparecían por las calles gaditanas poco después del declararse el estado de alarma para luchar también contra el coronavirus. La misión estaba en casa.

Desde entonces, se pueden contar por cientos las patrullas y las desinfecciones en una primera fase y por decenas de miles las llamadas de los rastreadores de las unidades de la Armada de la provincia de Cádiz en una segunda, la denominada operación Baluarte. Los números concretos aportados por la marina española apuntan a 184.700 kilómetros recorridos por los vehículos de Infantería de Marina por todas las localidades de la provincia, cerca de 500 las desinfecciones de instalaciones, 1.138 miembros del Tercio de Armada y Tersur implicados, y , ahora, 150 rastreadores en Rota y San Fernando que han atendido ( a fecha de mitad de diciembre) cerca de 38.000 casos de coronavirus en toda Andalucía en 81.740 llamadas.

"Intentamos sacar toda la información que podemos, le decimos lo importante que es para frenar la pandemia, pero hay gente reticente, aunque no la mayoría", contaban en el TEAR sobre esta última misión.  ¿Qué hizo usted ayer por la mañana? ¿Cuándo fue la última vez que hizo la compra? ¿Sabe usted qué es un contacto estrecho?. Las preguntas que se siguen repitiendo día tras día y se encuentran con situaciones de todo tipo, incluso con personas que no pueden guardar cuarentena por miedo a perder su empleo, tal y como contaban desde Camposoto.

Rastreadores del Ejército de Tierra en San Fernando.

Y es que el Ejército de Tierra también hace su parte. Los rastreadores del RACTA-4, en el cuartel isleño de Camposoto, realizan unas 500 llamadas al día desde su activación, y cuenta con una sección de vigilancia y dos pelotones capaces de realizar acciones de desinfección y descontaminación con capacidad para actuar en un plazo inferior a 24 horas. Todo está a disposición del Mando de Operaciones para intervenir en caso de que sea necesario en Cádiz o donde se requiera, ya que han actuado en otras partes de Andalucía.

Su trabajo en primera línea, que se ha unido al de sanitarios, otros cuerpos de seguridad del Estado y policías locales o bomberos, ha tenido el reconocimiento de toda la sociedad, con premios recientes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz o medallas de Defensa, impuestas a los jefes  de la operación contra el Covid-19.

"Volcaron su actividad ordinaria en esta misión"

Apoyando la instalación del albergue para personas sin hogar en Cádiz.

La operación Balmis nació el 15 de marzo de 2020 y duró 98 días. Desarrolló su plan de operaciones "en tiempo récord", bajo la dirección del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), a través del mando de operaciones (MOPS) y el mando del componente marítimo recayó sobre el Almirante de la Flota. Hasta cinco buques, "los de mayor capacidad hospitalaria, transporte, alojamiento y capacidad" se prepararon para una posible activación. En la Base de Rota, el Juan Carlos I, el Castilla y el Galicia, y fue este último el que finalmente entró en servicio desplazándose  desde la base roteña a Ceuta y Melilla. 

Entre cuatro mandos subordinados, y  en esos primeros momentos de alarma,  se dispuso de distintos medios aéreos (participando finalmente sólo un helicóptero de la Quinta Escuadrilla), pero fueron los medios del TEAR y del TERSUR "las unidades que han sido las principales responsables del apoyo prestado en la provincia".

Primero, previa coordinación con las autoridades locales, la labor se centró en la patrullas para comprobar que se cumplían las medidas de confinamiento y vigilancia de las infraestructuras como las estaciones, zonas portuarias y hospitales. Luego, se pasó a la desinfección de edificios, calles, y esas infraestructuras, con un periodo de adiestramiento para la sección NBQ del Grupo de Movilidad Anfibia del TEAR. 

Pero además, se apoyó en actuaciones sociales, como el montaje del albergue para personas sin hogar en Elcano en Cádiz o en comedores sociales o residencias de ancianos, tan afectadas. Junto con la Policía Nacional, la Compañía de Inteligencia vigiló áreas de difícil acceso en San Fernando con drones o la estación de cable submarino.

"En total-explican desde la Armada- en momentos de máxima contribución, entre finales de marzo y finales de abril, la Armada tuvo 2.826 efectivos a predisposición de toda España. El máximo número de efectivos actuando simultáneamente se alcanzó durante el despliegue del Galicia, con 650 trabajando diariamente". "El TEAR y el TERSUR volcaron su actividad ordinaria en la lucha con la pandemia y participaron directamente 1.138 infantes".

Los rastreadores del TEAR.

Y en estos momentos, el trabajo sigue especialmente con los rastreadores. Son ya cinco secciones de vigilancia epidemiológica en marcha, compuestas por personal de Tropa y Marinería de unidades de San Fernando y Rota que tras un proceso de formación han asumido estas funciones. Han atendido casi 37.000 casos de afectados de coronavirus en toda Andalucía. Adicionalmente, se ha seguido con las desinfecciones en residencias de mayores, colegios,... "La Armada mantiene alistados y disposición de la operación Baluarte un número total de 1.476 personas, entre efectivos de Tercio de Armada, Grupo de Proyección de la Flota, Flotilla de Aeronaves y Fuerza de Protección".

Porque, esta misión necesaria cerca de casa continúa. "No hay una fecha exacta prevista para el fin de la operación , las previsiones inmediatas son mantener la actividad de rastreo y vigilancia epidemiológica", señalan.