Inaugurada la exposición 'Quejíos en el bosque' del artista Javier Serrano en el Campus de Jerez

Jerez/El Campus de La Asunción en Jerez acoge hasta el 6 de mayo la exposición 'Quejíos en el bosque' del fotógrafo y poeta Javier Serrano, inaugurada este viernes. La muestra es un homenaje a las labores tradicionales del campo, aquellas que siguen perdurado con el paso de los años. Recoge en imágenes la saca del corcho en el Parque Natural de los Alcornocales, concretamente en Castellar de la Frontera (Cádiz), el duro trabajo que se realiza con las hachas en los troncos del alcornoque para extraer el corcho.

La muestra tiene una doble lectura; por un lado, la documental y por otro, su vertiente poética, el dolor, el 'Quejío' de estos árboles cuyos troncos quedan desnudos, heridos, con un majestuoso color anaranjado. Este laboreo se realiza normalmente entre cada 8 y 10 años dependiendo de la pluviometría, la fertilidad de la zona y la climatología. La «saca», como se conoce a esta labor, ocupa así durante días a estos hombres y llena el bosque de sonidos inconfundibles: los golpes de las hachas y el 'Quejío' que dice Javier, que no es otra cosa que el sonido que produce la corteza al desgajarse del árbol.

Javier ha fotografiado y escuchado durante toda su vida ese momento y presenta aquí una selección de las fotos que realizó durante todos esos días conviviendo con las cuadrillas. En palabras de Gabriel Díaz Martínez-Falero, comisario de la exposición: “Javier Serrano es fotógrafo y poeta. A menudo esos dos mundos se le mezclan y entonces él escribe poesía con imágenes o, tal vez, fotografía poemas y versos con esbozos que su cabeza vislumbra en ese instante, tal como hace en esta colección que nos presenta. El propio nombre que da a su colección, 'Quejíos en el bosque', le sale del alma, enraizado en sus orígenes personales del sur más profundo y más Sur.

El alcornocal que aparece en las fotografías (siempre, como siempre, en blanco y negro), nos habla de umbrías húmedas repletas de penumbras y helechos, nos habla del musgo, del crujir de las ramas, del sudor de los hombres… de la esencia, en resumen, de esos bosques de Andalucía donde los árboles gritan y se quejan cuando los desnudan de su piel…”.