El bailarín, en una bonita fotografía con el fondo de la Torre Eiffel.

Bailar ha sido ahora más que nunca un reto para Manuel Garrido. Nacido en Espera, allí ha pasado el confinamiento con su familia, a la que ve dos veces al año por su trabajo. Actualmente pertenece a la compañía de la Ópera de París, y se trasladó hasta su casa horas antes de que cerraran las fronteras para pasar estos meses en compañía de sus hermanos, sus padres y su abuela.

“Para un bailarín bailar en casa, sin el espacio suficiente, es muy difícil. Ha sido muy complicado mantenerse en forma y conservar la motivación si no tienes ese objetivo de llegar al escenario. Dentro de lo posible he hecho directos en Instagram, he seguido muchas clases y he impartido yo también. Me he mantenido en forma en lo que podido”, cuenta. 

Desesperado por bailar en un escenario, un día vio en la tele el programa de Canal Sur ‘Tierra de Talento’, le llamó la atención, vio que estaban trabajando con muchas precauciones y se lanzó a concursar. “Para ello tiré también de mi hermana Carmen, que canta, aunque nunca había actuado ante el público. Nos pusimos a ensayar, lo pasamos muy bien y decidimos vivir esta experiencia juntos”, cuenta el bailarín. Ambos hermanos pasaron juntos a la fase de desafíos del programa, en la que tuvieron que actuar por separado. Él pasó a semifinales y Carmen no, aunque se ha marchado a casa satisfecha porque esto supone el inicio de una carrera para ella. “Aún no sabemos la fecha de la semifinal pero estoy preparando algo muy interesante, un tema con un mensaje muy bonito”, adelanta.

Manuel, durante los ensayos para el programa en la Escuela de Belén Fernández.

Para la segunda actuación, Manuel ha ensayado en la jerezana Escuela de Música y Danza Belén Fernández, donde además se inició en la danza con 11 años, y a la que agradece este ofrecimiento. Tras el verano, que pasará en Italia junto a su pareja, regresará a París, si todo va bien y no hay brotes. Allí lleva ya tres años. “La Ópera de París es un sueño para mí y nunca me imaginé que llegaría hasta allí. Y aunque no estoy fijo, sino en el cuerpo de baile, el concurso para serlo será desde octubre y espero conseguirlo porque estoy segundo en la lista. Me gustaría tener ya una base fija y hacer mi carrera profesional en una compañía”. 

Manuel Garrido se inició en Jerez con Belén Fernández, luego estuvo con el bailarín cubano en Ecuador Rolando Sarabia, ha pasado por la School of American Ballet en Nueva York, la Canada’s National Ballet School en Toronto y la Vaganova Ballet Academy en San Petersburgo. Su primera compañía fue el Ballet Nacional Checo en Praga, luego estuvo en La Scala de Milán y ahora en la Ópera de París, compañía con la que confiesa que más se identifica y donde se siente en casa.

Se marchó de Espera con 15 años, hace una década, y está “muy satisfecho” con la carrera que tiene a sus espaldas, o en sus pies. “He tenido buenas y malas experiencias en todos lados, me quedo con lo bueno y aprendo de lo malo. Hay que encontrar el balance”. 

El confinamiento ha sido un reto por el baile y por estar con su familia. “No estaba acostumbrado a estar 24 horas con ellos porque los veo dos veces al año por mi trabajo. Pero mi familia es muy abierta y siempre hemos estado muy unidos. Mis padres, mi abuela, mis tres hermanos... No ha sido difícil. Hemos pasado momentos muy bonitos también por esta situación, eso hay que decirlo porque incluso nos hemos unido más aún. Estoy muy agradecido”. 

Ahora sólo queda dejar de nuevo "anodadado" al jurado de 'Tierra de Talento', como dijo José Mercé. Y seguir volando, volando alto.