Cultura

El juego de la vida, en el Villamarta

  • El Teatro pondrá en escena 'El barbero de Sevilla' de Rossini el jueves 10 y el sábado 12 de junio

Un momento de la presentación de 'El barbero de Sevilla'.

Un momento de la presentación de 'El barbero de Sevilla'. / Vanesa Lobo (Jerez)

Luz, alegría de vivir, energía positiva... ‘El Barbero de Sevilla’, la divertida ópera de Rossini, pondrá fin a la temporada lírico-musical del Teatro Villamarta el jueves 10 y el sábado 12 de junio, a las 20 horas. Manel Esteve y Clara Mouriz protagonizan esta producción de Amigos Canarios de la Ópera, cuya dirección de escena corresponde a Giulio Ciabatti y tendrá al maestro Carlos Aragón dirigiendo desde el foso a la Orquesta Filarmónica de Málaga. Un clásico, la mejor ópera bufa de la historia", aseguró la directora del Villamarta, Isamay Benavente. 

Francisco Camas, teniente de Alcaldesa de Dinamización Cultural y Patrimonio Histórico,  recordó en su intervención ante los medios de comunicación que el ciclo lírico-musical comenzó en septiembre con el recital del tenor Ismael Jordi y tuvo, entre otros atractivos, la puesta en escena de la ópera ‘El Trovador’ de Verdi a principios de este año. Todo ello, subrayó, en un contexto de adaptación a la normativa sanitaria anti-Covid 19. “La peor epidemia que podemos padecer es la ausencia de la cultura y la falta de oportunidades a los grandes valores de nuestra cultura”, señaló Camas. 

Asimismo, puso en valor el hecho de que este “cierre de la temporada lírica” se produce bajo “una fórmula de colaboración” entre Amigos Canarios de la Ópera -que asume la producción escénica de ‘El Barbero de Sevilla’- y el Teatro Villamarta, responsable de la producción musical.

“Recuperar la fantasía, la invención; reinventar la realidad como un juego”. Estas fueron algunas de las claves que Giulio Ciabatti, director de escena, destacó sobre cuál es la visión que de este título de Rossini quiere trasladar al espectador. El máximo responsable escénico explicó que, al margen de una “ópera divertida y vitalista”, en este ‘Barbero de Sevilla’ está presente “el teatro dentro del teatro” bajo la apariencia de aquellas compañías de cómicos itinerantes que recorrían los pueblos contando historias -a veces ciertas, a veces inventadas- con su carromato y cuatro baúles llenos de enseres para sus representaciones.

Para Ciabetti, este contexto artístico de otros tiempos le sirve “para recrear la realidad de ese teatro” y hacerlo de forma que esta realidad “se presente como un juego” y pueda contemplarse de otra forma. A su juicio, lo más interesante de este proceso es “crear un ambiente mágico en este encuentro con el público” -con el propósito de que éste “cada vez sea diferente”- y huir de “lo enlatado y artificial”.

"Una música que te invita a vivir el presente, a vivir la vida. Trepidante, divertida. El compositor italiano sabía lo que le gustaba al público”, dijo el maestro Carlos Aragón, que dirigirá desde el foso a la Orquesta Filarmónica de Málaga.

En la idea de “la alegría” que irradia esta ópera y “las ganas de vivir el presente” coincidió la mezzosoprano Clara Mouriz, que asume el papel protagonista de Rosina y debuta en el Villamarta, y destacó la "calidad humana y profesional del Teatro". 

El barítono Manel Esteve, que interpreta el papel de Fígaro, manifestó que “la primera vez que uno vez este título, descubre que merece la pena y se había perdido algo interesante”.

Por su parte, el tenor Quíntin Bueno -en el rol de Conde de Almaviva- consideró “un reto” que se produzca su debut como protagonista en un título de este calado. “Es una obra que me va”, confesó.

El reparto artístico lo completan Fabio Capitanucci (Bartolo), David Lagares (Basilio), Nuria García-Arrés (Berta), Juan Guerrero (Fiorello) y Nicolás Montoya (Notario).

Hay que destacar además la intervención de la guitarra de Javier Patino, y la clave de Javier Artigas, también maestro repetidor. 

‘El Barbero de Sevilla’ es una ópera bufa con libreto de Cesare Sterbini, basada en la comedia original del mismo nombre de Pierre Augustin de Beaumarchais. La obra, que fue un encargo del empresario del teatro para el Carnaval de 1816, se estrenó el 20 de febrero de ese año en el Teatro Argentina de Roma. El papel del Conde de Almaviva -uno de los personajes protagonistas- fue interpretado por el famoso tenor sevillano Manuel García.

La acción, que se desarrolla en un solo día, comienza con un bello amanecer en una de las plazas de la ciudad de Sevilla. Frente a la casa del Doctor Bartolo, el conde de Almaviva ronda a Rosina, pupila del doctor.

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