"MIRA, father, qué libro me he comprado, y ahora mismo me voy a poner a leerlo". Mi hija acaba de llegar de la Facultad y la sorpresa es mayúscula: ¡se ha comprado un libro! Y aún más: ¡se lo va a leer! Desde que es nueva universitaria más atenta ha estado a otras frivolidades que a la lectura, y no he podido por más que exclamar: "¡Ya era hora que te dedicases a algo productivo!" "Tú siempre animando", le oigo que me dice ya tirada en el sofá (postura natural) a punto de empezar la lectura. Pero cuando lleva más de un cuarto de hora sin dar señales de vida, ni siquiera alternativa (coger el ordenador para enchufarse al messenger, poner la televisión, etc.) empiezo a preocuparme y, por qué no decirlo, a picarme la curiosidad: ¿qué libro se habrá comprado que la tiene por tanto tiempo en un estado para ella inusual? Seguramente se habrá dormido, me digo, mientras bajo las escaleras para cerciorarme. Pero no. La veo enfrascada pasando las páginas de un libro que sostiene encima de un cojín por su grosor. "Niña, ¿qué lees?" le pregunto entre admirado e inquieto. Le cuesta por un momento levantar los ojos de aquel libro, pero hace un alto en la lectura y me lo explica todo. Esta mañana, como todos los días, había llegado a la Facultad y se había encontrado en la misma entrada con una nueva máquina, la máquina de hacer libros. Ya mi compañero Ramón hace un tiempo anunciaba la existencia de estos artilugios, pero la semana pasada me volví a encontrar en un periódico con la misma noticia. "eche usted X euros y elija: novela, ensayo, poesía, teatro". "Yo le di a novela" -me comentaba mi hija-. Y después fui dando a tantos botones como información necesitaba la máquina para ir haciendo el libro. Terminó de pedir datos, y no tuve que esperar ni media hora, cuando el libro apareció hasta envuelto para regalo. Un compañero que iba detrás de mí, se lió la manta a la cabeza y pidió un pregón de Semana Santa. Al cuarto de hora salía ¡con el prólogo del obispo y hasta con las pastas de la Unión de Hermandades!." (Recuerdo que cuando apenas tenían los dos cinco años les compramos un cuento personalizado que todavía andará por la casa. "Un día en el circo", "Un día en el zoo", eran, creo recordar, sus títulos). "¿Y tú qué has ido eligiendo?", le pregunté. "Extensión: 400 páginas y pastas duras (¡ya que me gasto el dinero!); Género: de intriga, tipo "Millenium"; estilo: Camilleri (me gusta la ironía y su humor); Trama: tú sabes, lo que se lleva ahora, pelotazo inmobiliario, nepotismo político, corrupción, políticos inútiles, y algo de lencería fina para alegrar algunas páginas". "Hija mía, tú no te has comprado un libro, ¡tú has comprado el periódico!".

José López Romero

Libros recomendados

Diario de un viaje a Rusia

Lewis Carroll. Nocturna, 2009.

Novísima editorial que tiene el acierto, entre sus primeras ediciones, de seleccionar esta obra de Lewis Carroll prácticamente desconocida. El libro da cuenta del viaje que realiza el famoso autor de 'Alicia en el país de las maravillas' al Imperio Ruso, allá por 1867, en compañía de su viejo amigo el deán Liddon. Libro plagado de noticias y anécdotas que les suceden a los viajeros en el itinerario que se marcaron, en el que se encontraban las ciudades de Bruselas, Berlín, Potsdam, San Petersburgo y Moscú. El libro en cuestión, aparte de su interés en cuanto a mostrarnos el contraste entre la cultura de los visitantes y la de algunos representantes de las distintas clases sociales del inmenso imperio zarista, tiene el añadido de ser el único viaje al extranjero del autor de las 'Alicias', y de alguna manera en él, en el libro, se nos deja ver la parte más convencional de este genial escritor británico. R.C.P.

La chica Einstein

Philip Sington. Alfaguara, 2009

Este es uno de esos libros que una vez comenzado es difícil descansar de su lectura, y corremos serio riesgo de quedar atrapados entre sus páginas hasta que no alcancemos el punto y final. La historia comienza en unos bosques cercanos a Berlín, a unos meses de la ascensión de Hitler al poder. Allí aparece una joven moribunda que cuando vuelve en sí, prácticamente no recuerda nada de lo que le ha sucedido, ni siquiera puede aportar datos sobre su propia identidad. La aparición junto a su cuerpo de un programa de mano anunciando una conferencia de Albert Einstein sobre 'El estado actual de la teoría cuántica', lleva a los medios de comunicación a "bautizarla" como "la chica Einstein". A partir de ahí se desarrolla una frenética historia donde la locura y la realidad se entremezclan, con el trasfondo del Berlín de 1932 meticulosamente reconstruido por el autor. R.C.P.

Historia de los moriscos

Antonio Domínguez Ortiz y Bernard Vincent. Alianza, 1978.

Ahora que vuelve la minoría morisca a ponerse de actualidad, porque a uno (o a varios) de nuestros políticos ociosos (¡como no hay problemas más acuciantes!) se le ha ocurrido tirar de manual de Historia (lo mismo del hijo), traemos aquí una excelente monografía a cargo de uno de los grandes investigadores de nuestra historia, en especial de los siglos XVI y XVII, Antonio Domínguez Ortiz, reciente y merecidamente homenajeado en su Sevilla natal al cumplirse el centenario de su nacimiento. El ensayo, cuya autoría comparte D. Ortiz con B. Vincent, hace un repaso por esta minoría "vilipendiada" desde su constitución, una vez que los Reyes Católicos impusieron la conversión al cristianismo, hasta su definitiva expulsión a principios del siglo XVII. Un trabajo en el que se analizan temas como la demografía morisca, las distintas profesiones que desempeñaban y las actitudes religiosas y sociales. Un libro que se debe leer antes de hablar. J.L.R.

Cuento y novela corta en España. Edad Media

Ed. De Mª Jesús Lacarra y Maxime Chevalier. Crítica, 1999.

La editorial Crítica inició con este volumen un proyecto bastante ambicioso: ofrecer al lector en seis volúmenes una antología de cuentos y relatos cortos de toda la historia de nuestra literatura hasta llegar al año 1992. El dedicado a la Edad Media es un buen ejemplo de la forma de trabajar de esta editorial: textos cuidados y magistrales prólogos a cargo de prestigiosos especialistas. La Edad Media, como la actual, es una época rica en relatos; toda la cuentística oriental y occidental tiene en la literatura española excelente reflejo, citamos, por más conocidos, "El conde Lucanor" y "El libro de buen amor". Dos características podemos destacar: la capacidad de engaste de estos géneros cortos en obras mayores, y el fin didáctico-moral que alienta a buena parte de ellos en la época medieval. Esta antología nos ofrece, como valor añadido, textos de difícil acceso. J.L.R.