Alto y claro

José Antonio Carrizosa

Tiempos nuevos, pero no tanto

El Barómetro de Commentia para el Grupo Joly, que hoy publica este periódico, admite muchas lecturas y reflexiones. Constituye un magnífico retrato de las expectativas y también de los temores del electorado andaluz en el arranque de una de las elecciones más decisivas de su historia.

Merece la pena examinar con detenimiento este sondeo: es el que recoge una mayor muestra de cuantos han sido encargados por los medios nacionales y regionales para estos comicios y además responde a la metodología con la que desde hace ya media docena larga de años se elabora la encuesta periódica -el Barómetro Joly- que mejor ha recogido los cambios sociológicos que se han producido en Andalucía durante el periodo que va de la euforia económica que se rompe en 2008 a la profunda crisis por la que, de alguna forma, todavía transitamos.

El escenario que se dibuja está cargado de incertidumbres, pero algunos aspectos quedan clarificados. El sondeo refleja un panorama de mucha mayor inestabilidad que el precedente y una fragmentación del Parlamento como no se recuerda en la historia de nuestra autonomía. Como consecuencia de ello, el PSOE tiene en sus manos una victoria clara, pero no tan holgada para permitir a Susana Díaz un Gobierno cómodo: la presidenta va a necesitar pactos y ahí radicará, si la campaña no altera sustancialmente el esquema de resultados que hoy presentamos, la clave de la nueva situación.

La bajada del PP, que ganó en 2012 y ahora queda como una fuerza desdibujada, el hundimiento de IU literalmente triturada por un Podemos que se mete hasta la cocina en el Parlamento y la presencia de una fuerza como Ciudadanos que ni estaba en Andalucía ni se la esperaba y que recoge un voto de moderados cabreados que no están ni por los partidos tradicionales ni por Podemos completan una situación que augura un tiempo nuevo -pero no tanto- en la política andaluza. Un tiempo del que se va a tomar buena nota en el conjunto de España. El 22 de marzo Andalucía se convierte en el gran laboratorio de la política nacional. De ese laboratorio va a salir un destilado de pactos que si se maneja con inteligencia puede dar lugar a acuerdos que sí constituirían una forma de hacer política sin precedentes en España.

La mayor parte de los andaluces, según adelanta nuestra encuesta, piden que si tiene que haber acuerdos, no necesariamente de gobierno, éstos sean entre PSOE y PP, las dos fuerzas mayoritarias que siempre han representado a la mayor parte de los ciudadanos de la región y que garantizan que las cosas se harían sin aventurismos ni extremismos. Harían bien los estrategas de los dos partidos en analizar esta cuestión y Susana Díaz y Juanma Moreno en madurarla. La campaña empieza bajo estas premisas y se promete intensa. El voto útil va a ser la clave de las dos próximas semanas.

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