Viva Franco (Battiato)
Topónimos que arden
Las dos orillas
DESDE el siglo pasado, he repetido en diversas ocasiones que la mejor solución para los viajes por carretera entre Sevilla y Cádiz es tener una autopista de peaje y una autovía completa. Se podría haber conseguido desde principios del siglo XXI. Ahora estamos peor que nunca, y hay más atascos que nunca. No existe ni una autopista de peaje, ni una autovía completa. Por culpa del populismo de los políticos.
Tanto el PSOE como el PP, para ganar votos, defendieron que la supresión del peaje era la solución. Y ya se ha visto que es un gran error. En verano, está colapsada a diario, con más camiones y más turismos. Y, al ser gratis, se ha convertido en la carretera favorita para los magrebíes del Paso del Estrecho. El resultado de suprimir el peaje en la AP-4 ha sido nefasto. Se convirtió en la excusa para no terminar la autovía de la A-4, por lo que no existe una buena alternativa para repartir los flujos de tráfico.
La autopista está en deplorables condiciones, con baches y socavones, a causa del pésimo mantenimiento. Desde que depende del Estado está peor. Y la reivindicación para terminar la autovía de la A-4 ya apenas se oye. A pesar de que siguen los accidentes en esa carretera, como el ocurrido el lunes en Las Cabezas de San Juan con cinco heridos.
El Ministerio de Transporte de Óscar Puente proyecta un tercer carril en la autopista AP-4 hasta la salida de Las Cabezas de San Juan, cuya terminación se ha calculado para 2031. No, no es un chiste. Los empresarios propusieron una chapuza, como sería pintar ese tercer carril en el trazado actual, y hacer un 2x3. Así los dos carriles actuales serían tres, enviando a los camiones por el arcén. Era inviable. Y ahora se habla de conos.
A los camiones, en horas y días punta, hay que enviarlos a la autovía A-4. Por las buenas o con medidas disuasorias. En este país demonizaron los peajes por el populismo político. En otros países europeos existen. Bruselas se lo impuso como condición a España para recibir fondos, pero después reculó por las presiones políticas sanchistas. Tener una autopista de peaje (con descuentos a los usuarios frecuentes) y una autovía completa, como alternativa, no sería un retroceso, sino un avance.
Y evitaría lo que está sucediendo: no se puede tardar dos horas por autopista entre Sevilla y Cádiz, para un trayecto llano de 120 kilómetros. A una media de 60 km/hora, una autopista es un desperdicio. Y los colapsos del tráfico son diarios entre los kilómetros 22 y 42. Convirtieron la AP-4 en la autopista del populismo. Pues ahí la tienen. Nada sale gratis total
También te puede interesar
Viva Franco (Battiato)
Topónimos que arden
Por montera
Mariló Montero
Los ojos de Boni
La ciudad y los días
Carlos Colón
El despotismo?urbano
Cuerda Desatada
Pilar Vera
Azul cerúleo
Lo último