Me gustaría transmitir que todo esto me parece una pesadilla. Un mal sueño que he vivido, pero no es verdad. Lo que está ocurriendo a nivel mundial es increíble como una mala película vivida. No tenemos más remedio que asumirlo y aceptarlo como una verdad que no queramos ver. A nivel de nuestra hermandad de la Salud, solo pudimos vivir el traslado de Nuestro Señor a su altar de cultos y nuestro quinario el cual cada vez que iban pasando los días iban llegándonos las noticias más graves.

El último día del quinario fue el último día de la hermandad en esta Cuaresma. Y a todo lo siguiente se había perdido por el camino, y si ese camino ya era duro por no poder estar en nuestra hermandad en estos días y poder disfrutar de todos los momentos que teníamos previstos, encima la hermandad pierde en estos días a su niña. A la princesa que teníamos en San Rafael y tenemos, porque ella nunca se irá. Aitana. Así que solo deseando que todo esto pase lo más rápido posible y volvamos a una normalidad que creíamos que teníamos controlada y un bicho raro, no solo se ha cargado nuestra fiesta sino toda una vida.

Quiero aprovechar la ocasión que me brinda Diario de Jerez para trasladar a todos los hermanos de la Salud que aunque hoy sea un Martes Santo muy diferente y esperemos no volver a vivir estos momentos, desde vuestra casa, cada uno, a su manera, viva su estación de penitencia y rece porque volvamos a vivir grandes momentos con nuestra hermandad. El Señor de la Salud siempre está en nuestras vidas. Vuestro hermano mayor os desea mucha salud para todos y deseando volver a estar con todos pronto.