Juan Ramón Medina Precioso

Pacto de Tinell, 2023

La tribuna

El pacto de Tinell preveía la exclusión del PP, pero no hicieron obligatorio apoyar al PSC o, en su defecto, al PSOE. Grave omisión que aflora ahora

Pacto de Tinell, 2023
Pacto de Tinell, 2023

25 de julio 2023 - 00:15

Se acuerdan ustedes del pacto firmado en el barcelonés salón del Tinell? Corría el mes de diciembre de 2003 cuando los dirigentes del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), Izquierda Republicana de Cataluña (IRC) e Iniciativa por Cataluña Verdes-Izquierda Unida y Alternativa (en corto, IUVA) suscribieron un notable documento. Entre los acuerdos a los que llegaron resplandecían tres por su trascendencia: formar un gobierno tripartito autonómico (ellos lo llamaban nacional); elaborar un nuevo Estatuto de Autonomía que incluyese más y mejor autogobierno para Cataluña como una socialmente avanzada comunidad (ellos la llamaban nación); excluir cualquier pacto de gobierno o de legislatura con el Partido Popular tanto en Cataluña como en el ámbito nacional (ellos lo llamaban estatal). Los tres acuerdos se cumplieron. Bajo la presidencia de Pascual Maragall, se incorporaron al gobierno catalán Joan Saura por IUVA y José Luis Carod-Rovira por IRC (luego se hizo todavía más famoso al pactar con ETA que no atentase en Cataluña). En segundo lugar, elaboraron y aprobaron un Estatuto de Autonomía que, por claramente inconstitucional, tuvo que ser modificado en el Congreso (según Alfonso Guerra, cepillado). Todavía más, tras un recurso del PP, el Tribunal Constitucional consideró inconstitucionales algunos artículos del ya modificado Estatuto. Muchos comentaristas decidieron que el problema no era que el Estatuto aún contenía algunos residuos inconstitucionales, sino que el PP lo había denunciado. Una política de vista gorda ante la relajación de las previsiones constitucionales empezó a adquirir plausibilidad como método de “pacificar” Cataluña. Claro que por entonces todavía llevaba el PSC en su programa el derecho de Cataluña de segregarse del resto de España.

En cualquier caso, el tripartito y el Estatuto ya son agua pasada: el uno se ha extinguido y el otro está vigente. Ahora bien, lo que asimismo sigue vigente es la prohibición de llegar a acuerdos con el PP. No solo sigue vigente, sino que se ha ampliado. O, por decirlo en los términos de los firmantes, está siendo aplicado al “ámbito estatal”. Salvo con Vox, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro, nadie está dispuesto a pactar con el Partido Popular. El único que parece ignorarlo es Feijóo, que insiste tozudamente en pedir que le dejen gobernar puesto que lidera la lista más votada y con más diputados. Y con mayoría absoluta en el Senado. Pero, buen hombre, si eso está prohibido desde 2003, cuando se firmó el pacto del Tinell. Un pacto que se traduce automáticamente en que la gobernación de España no queda en manos del PSOE, ni siquiera de Sumar, sino que depende de la larga lista de partidos separatistas que proliferan en España: Bloque Nacionalista Galego (BNG), Juntos por Cataluña (JpC), IRC, Reunirse (Bildu) y Partido Nacionalista Vasco (PNV). Se trata de la cara B del pacto: parece que sirve para que siempre gobiernen los socialistas y nunca los populares, pero también sirve para que siempre estén las cosas al albur de los separatistas. Nada es gratis. Ni siquiera que te elijan presidente del gobierno es gratis. Sobre todo cuando has perdido las elecciones.

En realidad, el PSOE ha perdido seis escaños en Hemiespaña (lo que queda cuando se omiten el País Vasco y Cataluña), pero no se nota porque ha subido un diputado en el País Vasco y siete en Cataluña. El éxito del PSC ha enmascarado el retroceso del PSOE. Y fue precisamente el PSC quien inventó el pacto del Tinell. No solo ha logrado convertirse en el partido más votado en Cataluña, sino también implantar en el conjunto de España su idea de que es muy preferible llegar a acuerdos con los separatistas que con los populares. El pacto de Tinell, corregido y ampliado, en versión 2023.

No obstante, ha surgido un problema que puede bloquear la formación del gobierno: JpC se opone a investir a Sánchez si no les concede un referéndum de segregación. El pacto de Tinell preveía la exclusión del PP, pero no hicieron obligatorio apoyar al PSC o, en su defecto, al PSOE. Grave omisión que ahora aflora. ¿Iremos, pues, a una repetición de las elecciones? Habría dos culpables: el PP por haber ganado las elecciones (obligando a aplicar el pacto de Tinell) y el PSOE por no haber previsto la obligatoriedad separatista de apoyarlo y negarse a autorizar un referéndum de segregación en Cataluña. En estas condiciones, Jacobinos, una izquierda socialista y españolista, perdería su mejor ocasión de pintar algo en política si ahora no diese un paso adelante.

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