El Ratón o ratoncito Pérez es el encargado de recoger los dientes que se les caen a los niños en la mayoría de los países de habla hispana, aunque hay excepciones como México, Perú o Chile donde se le llama el Ratón de los dientes. Además, dentro de España existen otros personajes como l’Angelet (el Angelito) en Cataluña, l’esquilu de los dientis (la ardilla de los dientes) en Cantabria o la Maritxu teilatukoa (Mari la del tejado) en el País Vasco.

La tradición es diferente en otros países. Ejemplo de ello son los francófonos como Francia, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Argelia o Marruecos también existe un ratoncito que pasa a buscar nuestros dientes de leche. Sin embargo, su apellido es desconocido. Este se llama simplemente la petite souris (ratoncito). Pero, además, éste convive con otra tradición: cuando un niño o niña pierde su primer diente de leche, debe mirar al sol y pedirle que cambie este diente de asno (diente de leche) por uno de gacela (diente definitivo).

Por otro lado, los países anglosajones hablan de la aparición de las hadas de los dientes de leche. Éstas traen regalos a los niños cada vez que pierden un diente, o ratones -aunque sin el apellido Pérez- en el caso de la mayoría de los países sudamericanos.

De apellido Pérez

Por tanto, el famoso y fantástico personaje del Ratón Pérez se conoce fuera y dentro de las fronteras de España. Pero pocos conocen su origen jerezano. Se trata de una creación del Padre Luis Coloma (Jerez, 1851- Madrid, 1915). Fue fruto de un encargo de la familia Real allá por el año 1894. El objetivo era leer la historia de este personaje al entonces rey niño Alfonso XIII. El pequeño tenía siete años y estaba a punto de perder el primer diente de leche.

Busto de Padre Luis Coloma, en Jerez.

El padre Coloma adaptó estas tradiciones populares y creó una historia donde su protagonista es el llamado Ratón Pérez. En este sentido sí podemos considerar a Coloma el creador de este personaje, que poco a poco se ha ido haciendo universalmente popular por la historia creada por el escritor jerezano, editada cientos de veces, traducida a muchos idiomas e incluso llevada al cine en varias ocasiones.

En enero de 2003, el Ayuntamiento de Madrid colocó una placa conmemorativa en el lugar donde el padre Coloma decía que vivía el Ratón Pérez con la siguiente inscripción:

Placa que homenajea al Ratón Pérez, en Madrid.

«El ratón vivía con su familia dentro de una gran caja de galletas, en el almacén de la entonces famosa confitería Prast, en el número ocho de la calle del Arenal, en el corazón de Madrid, apenas a cien metros del Palacio Real».

Museo Madrileño

Desde el año 2008, los amantes del Ratoncito Pérez pueden visitarlo en la Casa Museo del Ratón Pérez, en Madrid. Cada curso escolar, cantidad de colegios de la Comunidad de Madrid y alrededores nos visitan. La visita se realiza en un marco de ilusión y descubrimiento, que fomenta la autoconfianza en los niños; se cuestionan, se preguntan, imaginan y sueñan.