Cien años de belleza y música para la Reina del Carmelo

Jerez/Ya con el crespúsculo robándole minutos al día, la puerta principal de la basílica era testigo fiel del paso de la Santísima Virgen del Carmen cruzando el dintel y tomando la rampa de bajada, con monseñor José Rico Pavés, obispo de Asidonia-Jerez, al frente. Sonaba la Marcha Real y, a continuación, la obra que compusiera el genial músico jerezano don Germán Álvarez-Beigbeder. ‘Reina del Carmelo’: Cien años desde que el jerezano entregara a la hermandad las partituras del piropo hecho acordes a una de las devociones de toda su vida porque don Germán fue un gran devoto de la Santísima Virgen.

El nutrido cortejo de damas y caballeros que forman esta hermandad de gloria penetraba hasta alcanzar la Sedería. La Santísima Virgen, impecablemente vestida con su atuendo de salida, su escapulario marrón y su corona cuyo centenario se cumplirá, Dios mediante, en el 2025. Una joya que cinceló el orfebre de Játiva, José David. Maravilloso torbellino de oro, piedras preciosas, rubíes, esmeraldas, ágatas o diamantes. El Niño Jesús, este año, iba vestido de celeste en un claro guiño a la Virgen de la Estrella que será coronada el próximo mes de octubre. El paso, flanqueado por efectivos del Cuerpo de Bomberos, iba perfectamente exornado con gladiolos, claveles y rosas blancas. Clásico, como siempre, y extraordinariamente bello. Sin grandes aportaciones de verdes tan de uso en la actualidad.

Raúl Vázquez iba dando las órdenes precisas a su cuadrilla. Con muchísimo clasicismo y arte, iba mandando a sus hombres con solvencia. La representación de la Armada Española no faltó un año más en la procesión junto con la presencia de la alcaldesa, María José García Pelayo que iba acompañada por algunos miembros de la Corporación Municipal. La comunidad carmelitana, encabezada por el prior, el padre Alejandro Peñalta, también acompañaba a la Virgen junto a un nutrido grupo de novicios venidos de Burkina Faso y Togo, donde la orden tendrá presencia en las misiones. Los frutos del apostolado que se deja ver en forma de futuro religiosos.

La Santísima Virgen fue avanzando mientras sonaba ‘Estrella Sublime’ de Farfán y ‘Soleá, dame la mano’ de Font de Anta. Casi nada. Ese clasicismo estuvo siempre presente en todo el recorrido con marchas como ‘Virgen de los Negritos’, ‘Virgen de la Paz’ o ‘Rocío’, en recuerdo a Rodrigo Daza, tantos años al lado de la Virgen.

Una vez cumplimentado el recorrido, llegó el fervorín que estuvo a cargo del padre José Manuel Granados Rivera, que ha sido quien ha predicado el novenario. Una vez finalizado el momento del canto de la Salve a la Patrona de los marineros, quedó recogida la procesión hasta el próximo año. La bellísima imagen del Carmen volvió a reencontrarse con todos sus hijos jerezanos cuando cae el crepúsculo en el día de su festividad.