El del 'Asesino de la ballesta', caso más recordado de ataques con este arma
El suceso hasta más recordado fue protagonizado por Andrés Rabadán Escobar, que el 7 de febrero de 1994, con 20 años, acabó con la vida de su padre en Sant Genís de Palafolls (Barcelona), al dispararle cuatro flechas en la cabeza.
El ataque con ballesta protagonizado por un menor que ha acabado con la vida de un profesor y ha dejado heridas a otras cuatro personas en un instituto de Barcelona no es el primero que se produce en España con este tipo de arma que, aunque poco usual, ha tenido sus precedentes en la crónica negra.
El suceso hasta más recordado fue protagonizado por Andrés Rabadán Escobar, que el 7 de febrero de 1994, con 20 años, acabó con la vida de su padre, Marcial Rabadán, en Sant Genís de Palafolls (Barcelona), al dispararle cuatro flechas en la cabeza con una ballesta. El joven explicó a los agentes de Policía que tras comer con su padre éste le sirvió un vaso de leche y, "sin saber por qué", decidió acabar con su vida.
Tras su detención, Rabadán confesó la autoría de sabotajes en una línea férrea cercana a Barcelona, que causaron el descarrilamiento de tres trenes durante el mes y medio anterior al asesinato de su padre. En mayo de 1995 el conocido como asesino de la ballesta fue condenado a 18 años de prisión por los sabotajes y absuelto del parricidio, al estimar el tribunal la atenuante de trastorno mental.
También guarda algunas similitudes con el de otro caso ocurrido el 30 de octubre de 1992, cuando un menor, de 16 años, disfrazado de guerrero ninja, atacó a una pareja de novios en una zona de pinares en La Zubia (Granada) y causó heridas graves con un disparo de ballesta al varón y heridas diversas a la mujer con un puñal y una katana. El menor fue condenado a 20 años de prisión menor y 7 millones de pesetas de indemnización por dos delitos de robo con homicidio frustrado.
El 5 de abril de 1993, Alain J.W. Vercruysse, propietario de un barco belga atracado en el muelle deportivo de Las Palmas de Gran Canaria, fue hallado muerto sobre la cubierta, de un tiro de ballesta directamente al corazón.
El 7 de junio de 2009 un hombre intentó agredir con una ballesta a la actriz Sara Casanovas, con la que estaba obsesionado desde hace año y medio, a la salida del teatro Reina Victoria de Madrid en el que ella representaba la obra La noche de la iguana. Casasnovas pudo apartar la cara a tiempo y la flecha se clavó en la chaqueta de un hombre de 69 años, trabajador del teatro, mientras los amigos de la actriz redujeron al agresor, que fue condenado a ocho años de prisión por la Audiencia Provincial de Madrid.
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