El proceso de exfoliar nuestra piel es uno de los que más limpieza aporta en profundidad a la misma, dado que elimina todas las células muertas potenciando sus propiedades naturales. Además, si esta exfoliación va acompañado de un masaje circular conseguiremos reactivar la circulación sanguínea de la zona. 

La exfoliación solo trae consigo múltiples beneficios por lo que en época de verano este cuidado resulta aún más esencial. El blog Un Cómo ha reunido en un artículo cómo poder realizar de manera sencilla un exfoliante natural para que, aunque estemos de vacaciones, consigamos un cuidado para nuestra piel único.

Los beneficios de la arena de playa

La arena de playa es uno de los mejores exfoliantes que podemos encontrar en la naturaleza. Su estructura de grano fino es el instrumento ideal para eliminar las células muertas de nuestro cuerpo. Lo más recomendable es realizar este cuidado una vez a la semana para evitar el envejecimiento de nuestra piel, así como mantener toda la luminosidad de la misma. 

Son muchos los beneficios que puede aportarnos exfoliar nuestra piel con arena de playa. Este tipo de material elimina las impurezas pero además previene la aparición de nuevo, además de aportar mayor suavidad y elasticidad a nuestra piel. De igual modo, su aplicación ayuda a eliminar la piel de naranja dado que mejora la circulación sanguínea.

Lo único que tendrás que tener en cuenta es que este tipo de exfoliante natural está indicado en exclusiva para la piel del cuerpo, por lo que su uso no está recomendado para la zona facial ni el cuello.

Cómo elaborar tu exfoliante natural

Tal y como informa el blog Un Cómo, para poder disfrutar de la arena de playa como exfoliante tan solo bastará con llenar un bote con este material y guardarlo en nuestras viviendas. Su aplicación está especialmente recomendada en piernas, brazos o abdomen, así como en las zonas más secas de nuestro cuerpo como los codos.

Para aplicarlo en nuestra piel y usarlo como exfoliante bastara con agregar por cada 3 cucharadas de arena 2 de crema hidratante corporal. De esta manera, podremos aprovechar los efectos exfoliantes de la arena junto a la capacidad de hidratación de este tipo de crema.

Por otra parte, también podemos optar por el aceite de almendras. Agregaremos 3 cucharadas de este aceite por cada media taza de arena. Tras conseguir la mezcla la extenderemos sobre las zonas que deseemos con masajes circulares de intensidad leve. Si además de exfoliarnos también queremos regenerar la piel dañada la combinación ideal es media taza de arena con 3 cucharadas de aloe vera.

En cuanto a su modo de uso, se recomienda realizarlo justo en el momento de la ducha cuando la piel esta húmeda. Junto a los ya citados masajes circulares procuraremos retirar el exfoliante con agua tibia. Aparte de este exfoliante natural, también podemos aprovechar el agua del mar ya que la cantidad de minerales y componentes que contiene favorece la regeneración.