ROSTROS DE LA CRISIS · Municipio de la Axarquía malagueña

El alcalde pasa la mopa

  • El primer edil de El Borge, que limpia su despacho y los baños del Ayuntamiento, ha renunciado a su sueldo municipal

No corren los tiempos para que a uno se le caigan los anillos. Es lo que piensa el alcalde de El Borge (Málaga), el socialista Salvador Fernández. Lo primero que hace cada mañana, cuando llega a su despacho, no es sumergirse en expedientes ni en informes. Fernández agarra los utensilios de limpieza: escoba, fregona, paño y cubo y se aplica en pasar la mopa para "quitar el polvo, barrer y fregar la Alcaldía". Y no sólo ésta, el alcalde también le da un flete, si se tercia, a los baños de la Casa Consistorial.

Fernández no está solo en la faena. Los trabajadores municipales han decidido, acosados por la crisis, asumir la limpieza de las dependencias del Ayuntamiento. Hay que ahorrar y mantener todos los puestos de la plantilla. El primer edil, que llegó al cargo encabezando la candidatura del PSOE en las elecciones, se encontró con una deuda de 2 millones de euros. Había que tirar para adelante: plan de ajuste para poder pagar facturas y nóminas y, sobre todo, para no perder la oportunidad del plan de pagos a proveedores del Gobierno central. Fernández convocó a los empleados municipales.

"Les dije que yo iba a dar el primer paso, y empecé a limpiar la Alcaldía para intentar ahorrar en contratos de más personal". Los trabajadores, alrededor de una quincena, reflexionaron sobre la cuestión y convinieron en que había que "arrimar el hombro". Y plantearon al alcalde hacerse cargo de la limpieza de instalaciones municipales y de las principales calles y plazas de este pueblo de apenas mil habitantes, en el corazón de la Axarquía malagueña.

Desde entonces, el grupo se afana en dejar como los chorros del oro la Casa de la Cultura, el gimnasio, el centro multiusos, la biblioteca... Y el auxiliar de Policía Local, el responsable de basuras y el encargado del mantenimiento y de los parques y jardines han añadido a su lista de tareas el adecentamiento de las calles y las plazas más importantes. Dentro, en el Ayuntamiento, Fernández deja a punto su despacho, como el resto de los empleados hacen con otras dependencias. Es más, el primer edil se turna con ellos para adecentar la zona externa de la entrada al Ayuntamiento.

Estas tareas eran desempeñadas antes de la llegada de Fernández al Ayuntamiento por dos mujeres que eran contratadas por el Ayuntamiento a tiempo parcial. Ahora sólo ha quedado una, encargada del consultorio médico y del colegio.

Pero ahí no queda la cosa. No es que la crisis apriete, es que está ahogando, asfixiando a los ayuntamientos, y sobre todo a los más pequeños. De manera que Fernández ha dado un paso más: ha pedido la reincorporación a su puesto de trabajo anterior, que compatibilizará con la Alcaldía, y ha renunciado a su sueldo de 1.910 euros al mes. El primer edil de El Borge está actualmente en excedencia por desempeño de cargo público de su puesto de jefe de mantenimiento y servicios operativos de la Empresa Pública de Turismo de la Junta.

Sin embargo, como consecuencia de haberse acogido el municipio al plan de pago a proveedores del Gobierno de Mariano Rajoy, el regidor ha hablado con la empresa de la Junta y ha pedido su reincorporación para ahorrar a las arcas municipales su sueldo como alcalde. No obstante, no habrá relajación ninguna en la Alcaldía. Su inquilino se ha apresurado a dejar muy claro que hará compatibles "perfectamente" su trabajo con las funciones que le exige el cargo, y para ello el Ayuntamiento abrirá tres tardes a la semana y él atenderá a los vecinos en horario de 17:00 a 19:00. "El alcalde va a seguir al pie del cañón, buscando recursos para el pueblo y atendiendo a los vecinos, y la decisión de compatibilizar mi trabajo con el cargo público sólo me va a afectar a mí a nivel personal por el tiempo que voy a perder de estar con mi familia", asegura.

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