La amenaza de realizar inspecciones laborales a clubes deportivos con el fin de lograr la afiliación a la Seguridad Social de los colaboradores que perciban una compensación económica ha encendido la luz de alarma prácticamente en todas las entidades deportivas sin ánimo de lucro, que no descartan paralizar las competiciones y están pendientes de las decisiones de las respectivas federaciones regionales y de la Confederación Andaluza de Federaciones Deportivas (CAFD).

En Jerez, María José García-Pelayo, alcaldesa de la ciudad y senadora del Partido Popular, no es ajena a la intranquilidad de los clubes y el pasado miércoles se reunió con los clubes de fútbol base para tratar de serenar a los equipos de base. García-Pelayo, que estuvo acompañada por Felisa Rosado, delegada de Deportes -a la cita también acudió, entre otros, Antonio Saldaña, primer teniente de alcalde-, se comprometió con los clubes a gestionar una reunión lo antes posible con algún responsable de Hacienda, Seguridad Social o del Ministerio de Trabajo que explique claramente a los equipos el alcance exacto de la Ley.

En todo este lío, como no podía ser de otra manera, aparece la pelea política entre Gobierno central (PP) y andaluz (PSOE) con las elecciones municipales en el horizonte: desde Sevilla se encendió la luz de alarma y se movilizó a todo el sector deportivo de base apuntando a la desaparición de la mayoría de los clubes; desde Madrid -y así lo hizo ver la alcaldesa en la reunión de Federico Mayo- se pide tranquilidad subrayando que la aplicación de la Ley depende de cómo se articule la figura del voluntario y que los clubes no tendrán que dar de alta a un colaborador que cobre una cantidad mínima.

Pero ¿Cuál es esa cantidad? ¿Cuál es el tope? Esas dudas son las que provocan la intranquilidad en los clubes pese a que la alcaldesa les aseguró que no iban a tener problemas y que no iba a haber inspecciones laborales a corto plazo, ya que se está buscando una solución a través del voluntario. Los clubes pidieron a García-Pelayo un compromiso por escrito que no obtuvieron, lo que alimentó la intranquilidad de varios equipos -no todos- y el pesimismo.

¿Cuáles son los pasos a seguir? Mientras desde el Ayuntamiento se gestiona que algún responsable cualificado concrete a qué están obligados los clubes, a quiénes tendrán que dar de alta y a quiénes no para clarificar el tema -en todo este asunto la falta de información es caldo de cultivo para la intranquilidad-, los equipos de fútbol base en concreto se ponen en manos de la Federación Andaluza de Fútbol, que ha encargado un informe urgente a su gabinete jurídico para decidir qué postura conjunta tomar.

Este informe, que se debe conocer hoy, motivará la decisión de la Andaluza, que se comunicará a todos sus afiliados a través de las delegaciones provinciales y las asociaciones de clubes. La idea es hacerlo el lunes para consensuar cualquier tipo de medida a tomar y que dé tiempo a lo largo de la próxima semana a ponerlo en conocimiento de los miembros de cada equipo, ya que si se adoptan medidas de presión se pondrían en marcha el fin de semana del 1 y 2 de noviembre como medida de fuerza, ya que el temor es que el próximo mes empiecen las inspecciones. Ayer, tres eran las opciones a seguir: que haya un acuerdo que permita a los clubes continuar; ir a la huelga y paralizar las competiciones; y entregar los clubes a los ayuntamientos. No se descartaba ninguna de estas tres posibilidades...

La idea es que todo el deporte de base andaluz vaya de la mano a través de la Confederación Andaluza de Federaciones Deportivas para lograr, si no la marcha atrás de la Ley, la modificación necesaria para que los clubes de deporte base no vean peligrar su subsistencia.

Mientras el Gobierno central no disipe estos temores, hay equipos de base que ven imposible su continuidad de tener que dar de alta a colaboradores: entonces, los clubes entienden que pasarían a ser como empresas al tener trabajadores a su cargo y cualquier responsabilidad laboral tendría que ser asumida por el presidente y la directiva, que en la mayoría de los casos también son colaboradores sin ánimo de lucro.

Además, los clubes ven un problema en la obligación de dar de alta a la Seguridad Social a colaboradores que tuvieran otros ingresos para evitar tener dos pagadores de cara a Hacienda; y en el mejor de los casos, se teme que los que pagarían fuesen los niños si hubiera que elevar las cuotas para cuadrar los presupuestos al tener que dar de alta a trabajadores.

Cabe reseñar que la Ley afecta a todos los clubes deportivos, no solo a los de fútbol, y también a otros estamentos como federaciones y árbitros, tal y como corroboraba Diego Osorio, delegado en Jerez de la Delegación Gaditana de la Federación Andaluza de Fútbol: "Todo el mundo. Si esto va para adelante, la base no va a resistir. El primer peligro es para los presidentes, que se jugarían su patrimonio, porque si un club da de alta a un entrenador ya se considera como una empresa". Osorio lamenta la falta de información concreta porque "la Junta dice una cosa y la alcaldesa otra; la pasada semana en Sevilla nos dijeron que el plan del voluntario es una cosa muy específica y puntual, que en el momento que tenga una retribución mensual ya se consideraría un sueldo", y tiene muchas dudas, como casi todos los implicados: "Si alguien está recibiendo una ayuda económica y el club le da de alta ¿se le rebaja esa ayuda? Hay muchos puntos oscuros y nadie sabe solucionarlos".

Felisa Rosado, delegada de Deportes que acompañó a María José García-Pelayo a la reunión con los clubes de fútbol base, aseguró que la alcaldesa envió "un mensaje tranquilizador", explicando que "se ha creado un grupo de trabajo entre Hacienda y Seguridad Social para ver cómo se soluciona este problema, discernir qué club tiene capacidad de dar de alta y cuál no", apuntando que la solución es la figura del voluntariado aunque falta saber cómo se va a articular, "cómo se encaja con la Ley".

Rosado quiso tranquilizar a los clubes de base asegurando que "no hay motivos para la alarma; hace un año que se puso en marcha esta Ley, que dice que el que tenga un contrato y reciba un sueldo mensual tiene que estar dado de alta en la Seguridad Social pero en ningún caso significa que tengan que hacerlo los colaboradores de estos equipos que no lleguen a los ingresos suficientes para ello", aludiendo a colaboradores y monitores: "Estamos en ver cómo se encaja esa pata de banco".

La delegada de Deportes conoce el nerviosismo en los clubes y les pide "tranquilidad, que sepan que el que no reúna esos criterios no van a tener problemas. La Ley lleva un año en vigor y no ha habido ninguna inspección, esa mesa de trabajo entre el Ministerio de Trabajo y la Seguridad Social va a intentar encajar la figura del colaborador, a ver qué se puede hacer y cómo se puede hacer".

El problema es, por tanto, encajar la figura del voluntario de estos clubes: "¿Qué Ley se aplica? ¿La andaluza? Lo que se está estudiando es saber exactamente qué ley encaja mejor, si la Ley del Voluntariado Andaluz o la del Gobierno central. Si ni siquiera en la reunión de Bormujos lo tenían claro...".

La edil popular pone un ejemplo: "No es vinculación laboral alguien que cobre al mes 50 euros, que luego tenga que poner su coche para llevar a los niños... Eso no es salario mínimo"; e insiste en lanzar un mensaje de tranquilidad: "Los inspectores no va a salir en bandadas, todavía no se va a empezar con eso hasta que no se aclare la figura del voluntario, es algo que está todavía por definir".

Por tanto, Felisa Rosado reitera que hay que esperar a que se decida cómo se articula la figura del voluntario; hasta entonces, repite su "llamamiento a la tranquilidad" y asegura que "es absurdo" pensar en la desaparición de los clubes de base.