Todo hace indicar que el Mundial de Fórmula 1 no se decidirá hasta la última carrera, con puntuación doble, pero ni Lewis Hamilton ni Nico Rosberg pueden bajar la guardia hasta el final para no perderlo antes de tiempo, por ejemplo este fin de semana en el Gran Premio de Estados Unidos, antepenúltimo de la temporada.

Con el título de constructores en el bolsillo, Mercedes puede dar total libertad a sus dos pilotos para que peleen sobre la pista por la corona, aunque las intrigas sobre los cambios de escuderías de los pilotos cara al pasado puede marcar ciertas diferencias en cuanto a estrategias. En este sentido, Sebastian Vettel, actual campeón mundial, no aclaró mucho sobre su futuro: "Espero que haya pronto algo que anunciar".

Ganador hace dos semanas en el debut del Gran Premio de Rusia, el inglés cuenta con 17 puntos de ventaja sobre el alemán. Hamilton, campeón en 2008, lleva cuatro victorias seguidas (nueve en toda la temporada) y ya ganó en el Circuito de las Américas de Austin la primera carrera allí en 2012, a bordo de un McLaren.

Con un máximo de 100 puntos aún en juego, Rosberg está dispuesto a dar pelea hasta el final. "Tenemos en mente un gran final de temporada en las últimas tres carreras. Todo está aún en juego en la batalla por el campeonato. Yo no voy a rendirme hasta que caiga la bandera a cuadros en Abu Dhabi", advirtió.

El gran premio fue un éxito en sus dos primeras ediciones, pero en esta ocasión contará con la ausencia de dos equipos, Marussia y Caterham, que agobiados por problemas financieros renunciaron a participar y habrá 18 monoplazas.