El Centro de Acogida de Inmigrantes, CEAIN, y el colectivo senegalés de la ciudad han presentado una queja ante distintas autoridades por la presunta ilegalidad de los controles de identidad y documentales sistemáticos a personas por los rasgos étnicos o el color de la piel. Según la asociación, esta forma de actuar está siendo objeto de protesta en muchos lugares de España, donde distintos organismos internacionales pretenden evitar esta práctica.

La queja ha sido presentada a la Subdelegación del Gobierno, los responsables de los grupos policiales operativos de Extranjería y al fiscal de Extranjería de la provincia de Cádiz. El motivo, según el escrito, es que el criterio de selección para el control identificativo se produce por motivos raciales, seleccionando con más frecuencia las personas de raza negra o que se distinguen claramente por sus rasgos étnicos.

Según CEAIN, esta práctica pone en peligro una sociedad cohesionada, ya que daña principalmente a las "posibilidades de integración comunitaria de determinados colectivos, ya que éstos se relacionan directamente con detenciones y actividades policiales". Este es uno de los asuntos que más pesa en la denuncia, ya que expone que la presencia policial es reiterada en los lugares de trabajo de inmigrantes, siendo frecuentes sus visitas en zonas de venta ambulante como mercadillos o locutorios. Estos grupos aseguran sentirse "objetos de caza policial" en muchas ocasiones, además de "estigmatizados, discriminados y acosados". Estos actos tendrían otro punto negativo, ya que según el texto, fomentan "la desconfianza de los colectivos afectados hacia las Fuerzas y Cuerpos de seguridad".

Este requerimiento también persigue terminar con el prejuicio que las personas de raza negra están desarraigadas en la sociedad, queja que mantienen muchos senegaleses que llevan viviendo muchos años en la ciudad. Según CEAIN, "es importante eliminar estos prejuicios generalizadores en que se apoya la conexión entre desarraigo y subsaharianos". El centro demanda la asociación de inmigración con delincuencia, "con las repercusiones que ello tiene en la emergencia de dinámicas racistas y xenófobas".

Una de las reclamaciones que exponen en el documento es el entrenamiento intensivo de los agentes para garantizar el "respeto a la dignidad humana en el ejercicio de sus funciones", ya que según el centro, se acontecen muchos episodios de "faltas de respeto verbales y actitudinales".

La base del documento es, fundamentalmente, que el color de la piel "no sea nunca motivo automático de las aplicaciones más severas de la regulación de Extranjería", entre los que se encuentran "procedimientos preferentes en lugar de ordinarios, propuesta de internamientos en CIE como medidas cautelares y sanciones de expulsión".