Jerez

La tecnología 2.0 también llega a un pequeño centro rural

  • Los profesores han sabido crear una convivencia tan buena que los alumnos mayores incluso cuidan, juegan y les cuentan cuentos a los más pequeños

El colegio público de Lomopardo, se fundó en el año 1983 y a sus aulas acuden alumnos no sólo de esta barriada rural, sino también de La Corta, Los Albarizones, la finca El Toro y Las Pachecas, así como alumnado diseminado por el campo. Dispone desde sus comienzos de un servicio de comedor de gestión directa, así como de un servicio de transporte escolar con dos rutas.

Es un centro de los denominados semi-d, es decir, que además de Infantil y Primaria también se imparte el primer ciclo de Secundaria, por lo que los estudiantes pueden retrasar, si así lo desean, el momento de matricularse en el instituto. Las dos aulas de Infantil además son mixtas, es decir, que agrupan a los niños de 3, 4 y 5 años. Asimismo, el colegio cuenta con un aula de apoyo a la integración.

Este curso que ahora finaliza tiene 136 alumnos matriculados y está calificado como centro TIC, es decir, que cuenta con ordenadores para los profesores y alumnos y además ofrece los programas de escuelas deportivas, el plan de lectura y biblioteca, el plan de acompañamiento PROA, el Plan de Igualdad y el Plan de Calidad y Mejora de los Rendimientos Escolares.

Entre los principales valores con los que cuenta el centro, la actual directora, Raquel García, cita la "muy buena relación" existente entre toda la comunidad educativa, "tanto las familias como el profesorado, el alumnado, el Ayuntamiento y la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía".

Al ser un colegio pequeño, los profesores conocen no sólo a todos los alumnos del centro, sino también a sus familias y además, según explica la directora, "ya tenemos hijos de antiguos alumnos".

También se muestra muy satisfecha "de la nobleza en las relaciones entre el alumnado y el alumnado con el profesorado. La convivencia entre ellos es muy buena e incluso los alumnos mayores son capaces de jugar, cuidar o contarles cuentos a los más pequeños con la mayor naturalidad."

Pero el colegio también tiene una serie de necesidades y carencias como la inexistencia de un cerramiento por la parte de atrás, que da directamente al campo con el riesgo que ello implica de que o bien se vayan los niños o de que entre alguien. Asimismo, le hace falta pintura tanto exterior como interior, hay que arreglar el patio de Infantil, que no se encuentra en buenas condiciones necesitan alguna pista deportiva para las actividades de Educación Física.

Por otra parte, la directora señala que les gustaría tener una mayor financiación para las excursiones que realizan con los alumnos.

En el apartado de la oferta extracurricular destaca el plan de acompañamiento escolar PROA, que ofrece clases de refuerzo, orientación y apoyo a todos aquellos alumnos que lo precisen". En opinión de Raquel García este programa es "muy necesario", pero lamenta que "no todos los niños pueden acceder a él, porque hay familias que no pueden traerlos ni recogerlos". A la biblioteca la califica como "la niña mimada del Plan Lector, donde tratamos además de promocionar la expresión oral favoreciendo la interpretación".

Al tener la calificación de TIC 2.0, el colegio cuenta con pizarras digitales y ordenadores portátiles a partir de quinto curso de Primaria. Asimismo, en las aulas de tercero y cuarto hay un ordenador para cada dos alumnos. El resto de las aulas tienen dos ordenadores para uso del alumnado.

Los diecisiete profesores con los que cuenta el centro tienen una edad media de 40 años. Los de Primaria son todos definitivos, una estabilidad que favorece el desarrollo de la línea educativa en el centro. En Secundaria sin embargo sólo son definitivos la profesora de Música, la de Educación Física, el profesor de P.T. y la profesora de Lengua y Francés.

Raquel García llegó al colegio de Lomopardo en el año 1999 y ha sido coordinadora durante cuatro cursos. Otros cinco ha sido jefa de estudios y en la actualidad es directora con carácter provisional. Además, imparte clases en el primer ciclo de Secundaria y es precisamente la docencia lo que dice que le gusta más, "el contacto diario con el alumnado: conocer sus problemas e ilusiones y ayudar en la medida de lo posible a que sean realistas, que valoren el esfuerzo y que tengan muy presente que la vida no les va a regalar nada, que tienen que luchar para conseguir sus metas".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios