Jerez se ha quedado sin uno de sus establecimientos hoteleros más singulares. El coqueto hotel Chancillería, ubicado en la calle del mismo nombre y con la categoría de tres estrellas, ha cerrado por los problemas económicos que arrastra. La empresa propietaria de las instalaciones se declaró en concurso de acreedores a mediados del año pasado con el objetivo de buscar una solución a su situación financiera pero la imposibilidad de reestructurar la deuda bancaria ha motivado que se haya iniciado su liquidación.

Desde hace varios meses, la gestión directa del establecimiento estaba en manos de un administrador concursal, el sanluqueño Fermín Vázquez, que decidió echar el cierre el pasado 30 de marzo tras no alcanzarse un acuerdo de refinanciación con una entidad bancaria, el principal acreedor de la sociedad. Sin embargo, la propietaria de las instalaciones, Joana Francis Marriott, se mostró contraria con la decisión adoptada por el gestor impuesto por el Juzgado de lo Mercantil ya que entiende que el establecimiento debería haber seguido abierto para, de este modo, incentivar la búsqueda de un inversor que se haga cargo del establecimiento. "Es más fácil vender un negocio abierto que cerrado", afirmó. En este sentido, advirtió que no se ha tenido en cuenta que con la Semana Santa se ha iniciado la temporada alta del sector, con eventos tan destacados como el Gran Premio de Motociclismo o la Feria.

El hotel Chancillería, de 14 habitaciones (dos de ellas individuales), abrió sus puertas en 2007 tras una destacada rehabilitación de dos inmuebles contiguos en esta céntrica calle (los número 21 y 23). Contaba, además, con un establecimiento hostelero anexo -el restaurante Sabores-. Joana Francis Marriott explicó que hace aproximadamente un año decidió que la sociedad se acogiera de manera voluntaria al concurso de acreedores con la idea de "negociar con los bancos" y "ganar tiempo para seguir trabajando". Aseguró que a finales del pasado año hubo un principio de acuerdo para la refinanciación del débito pero este no llegó a ratificarse; ante la negativa posterior del banco a una flexibilización de las condiciones de devolución, el administrador ordenó el cierre, que se hizo efectivo el pasado día 30. Previamente, y a lo largo de los últimos meses, se había ido despidiendo a la plantilla de manera progresiva. A los trabajadores, según las fuentes consultadas, se les adeuda actualmente la correspondiente indemnización y el finiquito.

Para la propietaria del establecimiento, "el sistema no permite que las empresas superen la crisis; los bancos no ayudan y el concurso de acreedores tampoco". "Es una pena que un proyecto que ha sido muy valorado y reconocido no pueda seguir por la falta de apoyo con la postura de un banco y la falta de interés del administrador de mantenerlo abierto", agregó.

Joana Francis Marriott apuntó ayer que el proyecto nació en un momento de "grandes esperanzas" para el centro de la ciudad, con proyectos ambiciosos como la Ciudad del Flamenco o la rehabilitación integral de barrios como San Mateo, iniciativas que finalmente no llegaron a ejecutarse.

Este medio contactó con el administrador concursal asignado por el Juzgado pero no obtuvo respuesta a la petición realizada sobre el cierre de este establecimiento hotelero.