A día de hoy, el Ayuntamiento tiene pendiente de pagar unos 92,3 millones de euros correspondientes al pasado año, según se recoge en estado de ejecución del presupuesto municipal publicado a principios de semana y que refleja el nivel de cumplimiento de la previsión de ingresos y gastos. La mayor parte del débito es con los bancos y con los proveedores, cuyo montante conjunto supera los 57 millones de euros. En cambio, al Consistorio solo le resta por cobrar a día de hoy unos 34,5 millones de lo inicialmente barajado por lo que el desfase entre lo que aún debe y lo que espera cobrar alcanza los 57,7 millones de euros.

Este informe refleja que, durante el pasado año, el Ayuntamiento apenas hizo frente a sus obligaciones con las entidades bancarias, una cuantía pendiente que ronda en la actualidad los 34 millones de euros. Esta cifra está repartida en dos capítulos. Por un lado, están los gastos financieros, que corresponden a los intereses de los préstamos, los gastos de formalización o de modificación de las condiciones de los acuerdos así como las penalizaciones por las demoras en el pago; y por otro lado está el pasivo financiero, que corresponde a la amortización de los créditos. En cuanto a la primera, el Consistorio jerezano solo ha pagado 7,7 millones de euros de los más de 29,4 millones comprometidos (apenas llega al 7% el grado de cumplimiento); mientras, de los 13,6 millones de euros que tenía que hacer frente de amortización de los préstamos apenas ha pagado 951.000 euros. De hecho, el gobierno local ha reconocido la incapacidad de las arcas municipales para abonar los principales créditos que tiene abiertos en la actualidad como son los tres que corresponden al pago a proveedores y el sindicado, que se firmó en 2007, una dificultad que corroboran los números y que hace que sigan aumentando año a año los intereses de demora.

Por otro lado, a lo largo del pasado año el Ayuntamiento utilizó 43,5 de los 47,6 millones que tiene de crédito para gastos corrientes en bienes y servicios, un capítulo que recoge los acuerdos con proveedores (concesionarias, suministros, adquisiciones y proveedores). Sin embargo, en el grado de ejecución se apunta que el Ayuntamiento ha abonado hasta la fecha unos 24,3 millones de euros por lo que aún le queda pendiente de liquidar más del 44% de las obligaciones contraídas (19,1 millones). La tardanza en el pago a proveedores, por tanto, sigue manteniéndose aunque con a los préstamos a proveedores se hayan liquidado facturas que había archivadas desde hacía años en la tesorería municipal.

Mayor porcentaje de cumplimiento han tenido otros apartados del presupuesto como personal, cuyo gasto liquidado ronda los 66,2 millones de euros, aunque hay unos 19,3 millones de euros presupuestados pendientes de pago. A día de hoy, el Ayuntamiento está al día en sus obligaciones con los trabajadores por lo que todo apunta a que este débito se debe fundamentalmente a las cuotas y prestaciones sociales. Recientemente, el gobierno local alcanzó un acuerdo con el Ministerio de Hacienda que establecía un sistema de pago para hacer frente a la deuda de años atrás pero que también recogía una fórmula para liquidar el corriente. Para el pasado año, las cargas sociales que debía afrontar el Consistorio estaban presupuestadas en unos 16 millones de euros aproximadamente. Finalmente, en las transferencias corrientes -las cuantías que se traspasan a las empresas municipales, pedanías y otros organismos públicos- el Ayuntamiento debe aún un 13,8 millones de euros, un 24,2% de sus compromisos.

En cuanto a los ingresos, el Ayuntamiento ingresó en caja unos 50 millones más de lo inicialmente previsto, un aumento que se debe fundamentalmente a la suscripción de un nuevo préstamo para pagar a proveedores que superó los 41 millones y con el que se liquidaron facturas anteriores a 2013. En cambio, recaudó menos de lo presupuestado por impuestos directos -de 75 millones solo ha percibido hasta ahora 61- y por tasas y precios públicos -el desfase supera los 10 millones de euros-.