Los autobuses urbanos ya son conducidos por mujeres. Hace diecisiete años entró en sus filas la primera mujer, que abrió el camino a las demás en este ámbito: "Ella sí tuvo problemas a con algunos usuarios, que la llegaron a decir de si estaba sustituyendo a su marido porque él se había puesto malo. Gracias a ella poco a poco nos hemos podido hacer un hueco en este sector las nuevas conductoras". Así lo afirma la jerezana Luisa Soto, de 43 años, que lleva desde hace dieciséis años trabajando de vez en cuando en las diferentes líneas de este sector. No tiene nada que ver con sus estudios de informática de gestión y su anterior trabajo en una oficina.

En sus pensamientos nunca estuvo dedicarse a conducir este tipo de transporte urbano, pero no se arrepiente de trabajar de ello porque "estoy en la calle y es lo que me gusta". Sus otras tres hermanas también se decantaron por esta opción. Las cuatro decidieron ponerse al frente de un autobús debido a las pocas posibilidades de encontrar trabajo y porque su padre trabaja allí. Una 'tradición familiar' que han decidido seguir sus descendientes femeninas.

Luisa cuenta que tanto su marido como su padre la apoyaron en su decisión y la animaron a sacarse el carnet cuando empezaron a trabajar mujeres en el autobús: "Mi marido es conductor fijo y mi padre, al no tener un hijo varón, quería que alguien siguiera sus pasos". Y desde ese momento todo fue muy rápido: "Nos sacamos primero el carnet y después hicimos las oposiciones. Aprobamos y comenzamos a trabajar".

Actualmente no tiene ningún problema a la hora de compaginar su vida laboral con la familiar: "Trabajo como eventual, es decir, sólo voy algunos días temporales. No tengo un horario fijo, ya que depende también de la línea y puede ser de mañana o de tarde".

Luisa Soto, con dos hijos, comenta que en sus comienzos en el autobús tuvo problemas a la hora de cuadrar ambos aspectos. "Cuando eran pequeños lo pase bastante mal para igualar mi horario, sobre todo si eres eventual como yo".

Además la jerezana explica la diferencia entre los trabajadores fijos y los eventuales: "Si eres un trabajador fijo tienes un cuadrante fijo de entrada y salida. Eventual tienes que estar a lo que salga". Por ello muchas veces la llamaban a cualquier hora para que fuera a trabajar y no podía por el tema de sus hijos. "Para un hombre sería más fácil decir que sí y dejar todo hecho en su casa", se queja la jerezana. Sus descendientes se sienten orgullosos de que su madre esté al frente de un volante: "Mis hijos me preguntan cómo puedo conducir un vehículo tan grande como este".

Por último Luisa comenta que casi nunca ha tenido problemas con los usuarios a la hora de trabajar, "te señalan, te miran, pero más que nada te piropean. Ya no te miran raro. Ahora a las personas les gusta ver a una mujer al frente de un volante". Una normalidad que poco a poco se empieza a notar en el sector del transporte, pero no todos son buenas noticias. Luisa opina que aún queda "mucho camino" para que haya un 'equilibrio' entre el hombre y la mujer en la plantilla de trabajadores.