"En apenas nueve años hemos pasado de un nivel de impagos prácticamente nulo en la mayoría de las comunidades de propietarios a sufrir los efectos de la morosidad". Así se expresa una veterana administradora de fincas que añade que, además, "en los últimos tres años se ha producido un repunte realmente destacado".

Según datos a los que ha tenido acceso este medio, la morosidad media en las comunidades de vecinos asciende en este momento a un 3%, "al que habría que unir un 10% más de familias que pagan los recibos tarde debido a los problemas que padecen a la hora de que los sueldos, si trabajan, les sean ingresados en su debido momento". Básicamente, 13 de cada 100 viviendas de la ciudad no cumplen o cumplen a destiempo con las obligaciones que tienen con el resto de sus convecinos.

Fuentes de los administradores de fincas (este medio intentó contactar sin éxito durante todo el día de ayer con el presidente del Colegio) han destacado que "contra lo que pudiera pensarse las comunidades de las zonas más humildes de la ciudad suelen ser las que menos problemas presentan a la hora de abonar sus recibos". Las referidas fuentes, un veterano administrador a nivel provincial, apuntan que "cuando el recibo al que se debe hacer frente es de 25 ó 30 euros los pagos suelen estar normalizados, a pesar incluso de que la realidad socioeconómica de la zona en la que se ubica el inmueble no sea especialmente buena".

Por el contrario, "en las zonas donde hay un poder adquisitivo más alto y en la que, obviamente, el número de servicios a mantener son mayores (zonas verdes, piscinas...) el recibo mensual es más alto, de 100 a 150 euros, y los impagos son muchos más frecuentes, alcanzándose incluso al 5% de los propietarios".

Saber en concreto cuántas comunidades de propietarios hay en Jerez es algo realmente complicado. "La cifra exacta es muy difícil de calcular, son miles de ellas. Lo cierto es que con el boom del ladrillo Jerez se expandió enormemente y las comunidades se multiplicaron".

Entre los morosos de los administradores de fincas se encuentran numerosas sociedades, empresas que en el transcurso de la crisis se vieron abocadas a entrar en concurso de acreedores. "La antigua suspensión de pagos las deja sin abonar nada por los servicios comunes de que disponen en los edificios donde se ubican", lo que "obviamente supone un problema para el resto de propietarios".

¿Cómo es la reacción de los vecinos cuando uno de ellos no paga? Pues contra lo que pudiera creerse la larga crisis ha motivado que la solidaridad aflore. Antes de que los problemas económicos se convirtieran en uno de los 'leiv motivs' del país, emprender acciones judiciales era lo habitual, llegando a ejecutarse hasta desahucios por tal motivo merced a lo dispuesto en la ley de propiedad horizontal.

En la actualidad las tornas han cambiado mucho. "Se suelen dar facilidades de todo tipo, con aplazamientos de pago, para que la deuda pueda ser satisfecha y evitar, de esta forma, los procesos judiciales". Es indudable según estas fuentes que "la solidaridad ha llegado para quedarse, pero sólo en los casos de aquellos que se sabe a ciencia cierta que los problemas económicos de los propietarios les impiden en verdad el pago". No en vano, en una comunidad se sabe casi todo.

"Otro caso muy distinto es el de aquella personas que disfrutando de lujos no pagan porque no quieren". A este respecto, hay casos de propietarios que acumulan hasta cuatro demandas judiciales "y siguen disfrutando de los servicios que pagan el resto de vecinos". Este tipo de casos, apuntan administradores de fincas a este medio, "se ralentizan enormemente en los juzgados".