Las autoescuelas comarcales disfrutan durante el actual verano de un notable incremento de alumnos. Los centros de formación de conductores viven inviernos muy largos, sobre todo desde que la crisis económica provocara que la decisión de obtener el permiso de conducir se postergara para cuando vinieran tiempos mejores.

Esos tiempos parecen que han llegado al sector, apunta el presidente de la Asociación Comarcal de Autoescuelas, Antonio Herrera Marrufo, quien señala que el número de personas que se matricula en verano provoca "un incremento del 20% en el número de alumnos que se atienden en los centros". Pese a ello, recuerda que ha habido otros veranos en los que la llegada de nuevos aspirantes a tener el carné de conducir ha sido mucho mayor.

Se trata, en su inmensa mayoría, de estudiantes de más de 18 años que aprovechan el fin de las clases docentes para sacarse el ansiado permiso que les permitirá coger el coche, normalmente con el apoyo económico de sus padres.

Este incremento es bienvenido por los propietarios y profesores de las autoescuelas pese a que sobre este asunto sobrevuela una seria amenaza.

Los examinadores de la Dirección Provincial de Tráfico podrían declararse en huelga a mediados del próximo mes de septiembre. Esta posibilidad (ya anunciada aunque aún no convocada como tal) "nos provocaría serios perjuicios", apunta Herrera Marrufo, que apunta que llegado el caso habría que tomar serias decisiones con los alumnos. Se refiere a que "mientras se soluciona o no el conflicto no podemos tener al aspirante recibiendo clases de conducción de forma constante", lo que evidentemente supondría un serio menoscabo económico para el alumno y su familia.

Por el momento, las pretensiones de los examinadores pasan por parar tres horas al día desde mediados de septiembre para demandar mejoras económicas y de seguridad en el desempeño de su profesión.

"Si se llevara a cabo nos pararían todo el trabajo desarrollado durante el verano", concluyó el presidente de las autoescuelas comarcales.