Jerez

El nuevo drama de los Soto

  • Credijerez arruinó la vida de esta familia jerezana tras sufrir un deshaucio. Ahora, tres años después, la sombra de la desaparecida financiera vuelve a posarse sobre ellos

No hay día que pase que la familia Soto no recuerde ese 11 de julio de 2007. Como para olvidarlo. Aquel día, este matrimonio con dos hijos, uno de los afectados por la supuesta estafa de Credijerez, sufría en sus carnes lo que es tener que abandonar a la fuerza su domicilio a causa de las deudas que habían contraído tras solicitar sus servicios a esta financiera ya desaparecida. Fueron dos horas de desahucio en los que la Policía Nacional tuvo que emplear mazas para derribar abajo la puerta de su casa, en la avenida Tomás García Figueras, ya que la noche anterior la habían apuntalado para intentar evitar lo que al final fue inevitable. Antonio, su hermano Diego, su mujer Montse y su cuñado Diego salieron entre lágrimas pero bajo los gritos de apoyo de todo sus vecinos. De nada les sirvió el haber acampado durante varios días ante los juzgados ni el haber esperado hasta el último momento con la esperanza de que la jueza encargada del caso pudiera darles la alegría de paralizar el desahucio.

Dos días después, Antonio, Montse y sus dos hijos comenzaban una nueva vida en la casa que les entregó el Ayuntamiento en la calle Luis de Parada, en el bloque conocido popularmente como el 'Titanic'. Así y todo, la alegría no vuelve a la familia Soto. Por un lado, porque el domicilio donde viven actualmente no es el lugar más idóneo para criar a dos hijos. "Aquello es un infierno -reconoce Antonio-. Allí sólo hay peleas, es una ruina. En casa solamente pasamos para dormir, el resto del día estamos en casa de mi padre, en El Polígono".

Además, un nuevo problema sobrevuela sus cabezas. Uno de los implicados en la trama de Credijerez les denunció y les solicitaba, por presuntamente causar destrozos en el domicilio, casi 18.000 euros. Antonio desmiente que quisiera destrozar la que por entonces era su casa. Al contrario, indica que lo que estaba realizando era una reforma, para la cual tuvo que tirar varios tabiques y quitar el lavabo y el váter del cuarto de baño.

Ahora, tanto Antonio como su hermano, su cuñado y su esposa han sido condenados cada uno a pagar una multa de cuatro euros diarios durante doce meses y una indemnización solidaria por importe de 17.795 euros en 24 plazos de 245,40 euros.

El juicio, que realmente no se llegó a celebrar porque hubo acuerdo entre las partes, fue el pasado día 2 de junio. Antonio señala que si por él hubiera sido, habría estado dispuesto a celebrar la vista oral, pero que su abogado de oficio le recomendó que no, ya que inicialmente la otra parte pedía que la multa, en lugar de abonarse a razón de cuatro euros diarios, se pagara en plazos de 24, algo totalmente inviable por la delicada situación económica de los cuatro condenados. Además, el no pagarla se traducía en pasar una temporada en prisión.

Ahora, tanto Antonio como su mujer ven imposible hacerse cargo de la multa. "La cosa está chunga, chunga. Peor", admite desolado. Desempleado desde hace dos años, ingresa solamente 420 euros de ayuda, y teniendo en cuenta que su esposa tampoco trabaja y que ella también tiene que pagar la multa, las cuentas no le salen, ya que entre los dos deben pagar casi 500 euros y eso sin contar los gastos mensuales del piso, el agua, la luz, la comida...

Sin embargo, lo que más teme no es la posibilidad de acabar en prisión, sino que por su culpa su hermano también pueda acabar sin piso. "Como la multa es solidaria, si no pagamos nosotros, paga el que pueda, y de donde van a acabar tirando es del piso de mi hermano, porque tendría que pagar lo mío, lo de mi mujer y lo suyo, pero el problema es que él también está parado", lamenta.

Antonio cree que "esto lo hacen para acabar de hundirnos del todo, porque si llevamos ya cuatro años con el tema de la denuncia de Credijerez, ¿por qué sigue esto para adelante? A mí me han llegado a decir que si pagaba 80.000 euros por mi antiguo piso, me quitaban la denuncia siempre y cuando yo quitara la que tenemos contra ellos. ¿Eso quiere decir algo, no?".

Desgraciadamente el tiempo corre en contra de los Soto, ya que el primer plazo lo deben abonar del 10 al 15 del próximo mes de julio. La trágica cuenta atrás ha comenzado.

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