La familia de Marcos Carribero Moreno, un niño de siete años con una rara cardiopatía congénita, ha logrado ya 8.000 euros en tres días desde que inició una campaña para recaudar fondos con el objeto de poder operar al pequeño en el Children’s Hospital de Boston. El motivo por el que han dirigido allí sus esperanzas es que en España el índice de supervivencia a la operación que le hace falta es de sólo un 1%, mientras que en el hospital norteamericano, el más avanzado en cirugía cardíaca pediátrica, asciende al 99%.

Sus padres están sufriendo un auténtico calvario desde que, con sólo una hora de vida, a Marcos le diagnosticaron una rara dolencia por la que el corazón no puede repartir la sangre oxigenada. En la actualidad, el índice de oxigenación de su sangre es sólo del sesenta por ciento, cuando debería ser del cien por cien y para solucionarlo debe someterse a una tercera operación de corazón, ya que en su corta vida ha sufrido otras dos y dieciocho intervenciones más entre las que se incluyen la implantación de una válvula en el cerebro, operación de testículos y cuatro cateterismos.

“Los mismos médicos, explican sus padres Juan y Ana, se sorprenden de cómo Marcos se ha recuperado de cada una de sus crisis, porque siempre nos han dicho que estaba muy mal. Es un auténtico luchador”.

Durante su gestación Marcos no tuvo problema alguno porque era el cuerpo de su madre el que le facilitaba la sangre oxigenada pero, cuando tras su nacimiento fue su propio organismo el que tuvo que comenzar a funcionar por sí mismo, comenzó a ponerse morado y estuvieron durante tres horas “esperando prácticamente a que falleciera”. Se trata de una rara cardiopatía que sólo padece uno de cada veinticinco millones de niños nacidos vivos.

Debido a la frecuente necesidad de su presencia en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Juan, trabajador autónomo en el transporte, tuvo que vender su furgón y su cada para comprar un piso más pequeño al lado de su hermana, quien les ayudó para atender a su otra hija, Yoana, que en la actualidad tiene trece años. Luego volvió a trabajar en la construcción pero actualmente se encuentra en paro.

Cuando Marcos pudo ir a casa tras la primera operación que le hicieron con diecisiete días, lo hizo con una máquina para alimentarle cada dos horas, pero la máquina tardaba una entera en darle la comida. A los cuatro meses comenzó a poder comer por boca, a recuperarse y con dos años, cuando ya corría y hablaba, le hicieron la segunda operación de corazón que duró doce horas. Tras esta intervención comenzó a convulsionarse y a sufrir fiebres altas por la falta de oxígeno en la sangre, lo que le provocó una lesión cerebral de la que también tuvo que ser operado para implantarle una válvula ya que el niño se quedó ciego, no respondía a los estímulos, no aguantaba la cabeza y no tragaba saliva. Pese a todo, Marcos volvió a ver, andar y hablar aunque no al cien por cien, por lo que entró en la Unión de Paralíticos Cerebrales (Upace) porque necesitaba estimulación, psicólogo y logopeda. Actualmente está en un aula específica del colegio público Tartessos.

Con cuatro años la  válvula le creó un quiste y se la cambiaron pero a los dos meses volvió a dar problemas y en noviembre del pasado año volvió a salirle otro quiste en el peritoneo. Entonces le hicieron una nueva operación de la válvula que, según sus padres, “ha sido única en España”. Ese problema está ya solucionado pero Marcos se tenía que haber operado ya de corazón por tercera vez, algo que todavía no han hecho para que el niño pueda recuperarse bien.

En estas, los padres de Marcos entraron en contacto por Internet con el padre de una niña española que había sido operada en el Children’s Hospital de Boston también de una dolencia cardíaca y este padre le dio personalmente al médico, el chileno Pedro del Nido, el informe de Marcos.

“La niña -cuenta Juan- entró en silla de ruedas y a los once días ya estaba corriendo, pero nosotros necesitamos para la operación como mínimo 100.000 euros, otros 4.000 para el viaje más lo que nos cueste la estancia allí”.

Con el objeto de recaudar fondos iniciaron una campaña, han estado en Ifeca, la plaza del Arenal y El Gallo Azul con mesas informativas. Han abierto una página web que se llama http://marcosunniocardiopata.blogspot.com/ y una cuenta en al BBVA: 0182-3240-08-0201714220. En sólo tres días han recaudado 4.000 euros con ingresos hasta de Toledo. También están colaborando varias asociaciones de vecinos  y Acoje, que ha puesto pegatinas en sus establecimientos y va a poner huchas. El Ayuntamiento ha colaborado con la cartelería y el Jerez Industrial va a sacar en el partido del domingo un cartel de Marcos. Un sobrino del futbolista Dani Güiza, Dani Carrasco, está organizando con su tío un partido benéfico y el consistorio también les ha cedido el palacio municipal de deportes porque están organizando también un concierto benéfico en el que varios artistas están dispuestos a colaborar.