Jerez

La Fundación Andrés de Ribera inicia el proceso para su disolución

  • El Patronato, formado por el Ayuntamiento y la Diputación, ha encargado ya un informe a una comisión, formada por técnicos de Economía de ambas administraciones, que lo tendrán listo en un mes

El Patronato de la Fundación Andrés de Ribera (FAR), de la que forman parte el Ayuntamiento y Diputación, acordó ayer iniciar el proceso de disolución de esta entidad cultural a la que pertenecen los Museos de La atalaya (el Palacio del Tiempo y el Misterio de Jerez). Para ello se ha encargado un informe a una comisión técnica formada por un técnico de Economía del Ayuntamiento y otro técnico de Economía de la Diputación. Una vez que se haya realizado este informe, lo que llevará aproximadamente un mes, la disolución tendrá que ser aprobada por el propio Patronato de la FAR y ratificado en pleno del Ayuntamiento y en pleno de la Diputación.

En el Patronato se ha ratificado ya el acuerdo donde el Ayuntamiento asume las nóminas de los doce trabajadores de la FAR en el mismo tiempo y forma que los empleados municipales. Una vez que la FAR se liquide o se disuelva, estos doce trabajadores siempre seguirán perteneciendo a una entidad local, bien el Ayuntamiento o bien la Diputación, o incluso pueden ser repartido entre los dos patronos.

En caso de disolución, el patrimonio de la FAR (tanto la colección de relojes como la propia firma) se quedará para la ciudad de Jerez (es decir, el Ayuntamiento) y tendrá que ser destinados a los mismos fines a los que se dedican en la actualidad: a fines culturales. Todo esto quiere decir también que no pueden ser vendidos, por lo que una vez que se disuelva el patronato tendrá que ser explotado por la Administración local puesto que la Diputación ya no estará.

Una vez que se haya realizado el informe económico que ya se ha encargado y sea aprobado el acuerdo de liquidación tanto por el Ayuntamiento como por la Diputación, se nombrará a los liquidadores que deben elaborar la liquidación económica de la FAR y y cuando sea aprobada la liquidación se remitirá al Protectorado de Fundaciones, donde tendrá que ser sometido a un proceso de exposición pública. Dicho protectorado también puede pedir más información sobre el proceso, por lo que el período de liquidación puede durar meses.

En la actualidad, la deuda de la FAR, que tiene un presupuesto anual de un millón de euros, se encuentra entre 800.000 y 900.000 euros, aunque dicha deuda no es la causa fundamental del proceso de disolución, sino que se trata de un problema de tesorería por el impago de las Administraciones.

Alrededor de 400.000 euros de esta deuda son negociables, ya que son con Hacienda y Seguridad Social. También hay que decir que del millón de euros de presupuesto anual que tiene la Fundación, unos 500.000 se dedican a pagar las nóminas.

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