El PP ha 'fichado' al catedrático de Derecho Mercantil y ex presidente del Consejo Económico y Social Rafael Padilla como coordinador de un equipo que asesorará a los populares en su programa económico. El grupo, integrado por personas independientes del mundo de la universidad, la banca, la Administración Pública y profesionales liberales del ámbito económico, actuará como un órgano que visará todas las propuestas económicas que se hagan desde el PP y tendrá continuidad tras las elecciones, a modo de comité de sabios. Colaborarán, según insistió la candidata a la Alcaldía, María José García, de forma desinteresada "no tanto con el PP como para sacar a la ciudad adelante".

Pelayo realizó este anuncio durante la presentación de la hoja de ruta de los populares en materia económica, que fija el objetivo de conseguir a lo largo de la legislatura el déficit cero. La candidata describió el programa económico de su partido como una propuesta seria, alejada de la improvisación, que pretende poner orden en las cuentas municipales y "lograr la credibilidad que se necesita para sentarnos cara a cara con las entidades financieras y los acreedores municipales". "El déficit cero - agregó- va a ser el pulmón que dé credibilidad al gobierno municipal".

La política y gestión económica de un posible gobierno del PP girará alrededor de la Dirección General de Política Económica y Financiera, un órgano ya existente, pero que Pelayo persigue reorganizar desde un punto de vista funcional creando tres áreas: Contratación y Compras, Planificación y Control de los Ingresos y Gastos y Control Económico y Financiero de todas las empresas del grupo municipal. La presidenta del PP de Jerez aseguró que no aceptará ninguna ejecución de gastos que no tenga el informe favorable de la mencionada dirección general. "Los gastos de este Ayuntamiento no se van a hacer por criterios económicos sino técnicos, lo que significa que se garantizará la necesidad de los mismos y su rentabilidad". La intención, según dijo, es acabar con las facturas sin justificar, guardadas en los cajones, que al finalizar 2010 ascendían a 50 millones de euros. "Este control va a permitir además un paso importante en aras a la transparencia porque lógicamente los informes serán dados a conocer no sólo a la oposición sino también al resto de los ciudadanos".

Pelayo mostró la preocupación de su partido por la elevada deuda financiera del Ayuntamiento que asciende a más de 78 millones el largo plazo y a 52 el corto plazo. Crítica con la escasa amortización que se hará en 2011 de la deuda con las entidades bancarias -sólo se prevé pagar 1.639.000 euros- la candidata popular destacó que su primer objetivo será renegociar el préstamo sindicado de 72 millones de euros, que tiene que empezar a pagarse a partir de 2012 a razón de ocho millones anuales. "De ahí la importancia de generar confianza, porque queremos que se amplíe el plazo de carencia de este préstamo y tener un respiro cuando lleguemos al gobierno, sin esos ocho millones que habría que devolver". Respecto a la deuda a corto plazo, indicó que si bien es imposible saldarla de golpe, nuestro objetivo va a ser reducirlo".

En cuanto al plan del PP con los acreedores municipales pasa por asumir la ley contra la morosidad que obliga a la Administraciones a que a 31 de diciembre de 2011 se pague a los proveedores en 50 días como máximo, un plazo que se recorta a 40 días para 2012 y a 30 días para 2013. "Es imposible decir que en junio de este año se pagará a 50 días, eso es una utopía pero la intención es que en 2013 sí cumplamos con los plazos".

También se refirió al grupo de empresas municipales, sobre las que afirmó que la prioridad será su reequilibrio patrimonial "porque hay un número importante de ellas que se encuentran en causa de disolución" y avanzó su apuesta por la concentración de las empresas y la eficacia en la gestión de los servicios, al mismo tiempo que defendió el aprovechamiento de sus plantillas en proyectos que ahora se están encargando a empresas externas.

El equipo económico que se ha constituido estudiará las bondades e inconvenientes de la creación de una corporación de empresas que en principio Pelayo no descarta aunque se pronunciará de forma firme cuando cuente con el informe de los expertos.