Jerez

La Junta sigue sin pronunciarse sobre el futuro de Santiago

  • Un año después del parón de las obras en el templo, Cultura no ha adjudicado aún una nueva empresa que concluya los trabajos de consolidación · El cura, Pedro de la Herrán, dice que el estado de la iglesia es "lamentable"

Hace ya casi un año que en la iglesia de Santiago no se mueve un alma. En marzo de 2010 la empresa encargada de la primera fase de consolidación estructural y actuaciones de emergencia en el templo, Cimtra (Cimentaciones y Tratamientos S. A.), presentó suspensión de pagos, dijo adiós muy buenas y echó el cierre a tan sólo un mes de concluir las obras. Así lo confirmó entonces la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado. Hay que recordar que la Junta, que aporta los 2,5 millones de euros necesarios para esta primera etapa, aseguró que se estaba trabajando en la contratación de una nueva empresa que se hiciera cargo de la labor que resta, "aunque por ahora no podemos decir una fecha concreta de reinicio", dijo Peinado. Una promesa que se ha venido repitiendo a lo largo de los últimos meses, sin resultado alguno de momento.

Mientras, las piedras, sin poder, hablan por sí solas y sucumben al paso de los días y terminan, poco a poco, en el suelo sin que nada se pueda hacer por ahora, como varias de las figuras del Sagrario. "Ahí están, hechas trozos, en el suelo", comenta el cura de Santiago, Pedro de la Herrán, que ríe por no llorar ante el "lamentable" estado de su 'casa'. Un espacio divino por el que los 'cacos' se han paseado a sus anchas hasta hace pocas semanas que se aseguró la valla que rodea el templo. "Robaron las figuras del baldaquino, aunque luego fueron recuperadas, han entrado y se han llevado libros de los siglos XVI al XVIII, y los devolvió un señor que se los encontró por la calle. Han dormido en las casetas de obra y para taparse han cogido ropas del interior de la propia iglesia como paños para el altar y otras telas. Los vecinos incluso han pillado a gente forzando la cerradura de entrada... En fin, todo esto me parece un desastre", dice. De la Herrán se queja de que nadie se esté preocupando del estado de la iglesia, "ni siquiera la Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Jerez por algo que es Bien de Interés Cultural".

En este sentido, desde la Plataforma reconocen que es "verdaderamente vergonzoso lo que está pasando en la iglesia. Se debería reivindicar y dar a conocer mejor este patrimonio a los jerezanos. Santiago alberga un tesoro impresionante. La estructura del templo es bastante delicada, al igual que la piedra, que es de muy mala calidad. Una obra que se deja a la mitad empieza a deteriorarse al día siguiente. Lo verdaderamente preocupante es que ese patrimonio se quedara en su interior durante la intervención".

El cura de Santiago tiene pocas esperanzas de que las obras en el templo se retomen rápido, "no caerá la breva y de aquí a que la Junta se decida... Cuando las cosas que se empiezan se dejan así, a medias, se echa todo a perder. El tiempo va en contra de Santiago, que cada vez está en peores condiciones".

Desde la Delegación Provincial de Cultura aseguran que la intención de la Consejería "es terminar la obra. Como ya dijo el consejero de Cultura, Paulino Plata, la última vez que estuvo en Jerez, esas obras se tienen que terminar y se van a terminar. Al estar en un nuevo ejercicio con nuevos presupuestos, se debe esperar a que haya una liberación de crédito. Entonces, y una vez resueltos los trámites administrativos, se retomarán los trabajos".

Por parte del Obispado, el delegado de Patrimonio de la Diócesis, Enrique Soler, dice que Santiago es ahora "un solar expuesto a nuevos robos, de lo que la empresa dejó, ya que no se llevó nada cuando se fue, y del interior de templo, además de todos los que ha sufrido ya. A esto se suma la degradación que está sufriendo la parroquia por su abandono. Lo cierto es que nosotros no podemos explicar lo que está pasando. Nosotros no podemos hacer nada". A pesar de que la mayoría del patrimonio interior de la iglesia ha sido retirado y repartido por otras parroquias, hay elementos que permanecen en el templo y que no se pueden trasladar y que están fijos en los muros, o el gran cuadro de Rodríguez de Losada. "Si se tarda mucho más en empezar la obra con Santiago puede pasar cualquier cosa. Casi que allí puede entrar quien quiera y hasta meterle fuego. Sólo se le puede hacer daño".

Respecto a los inicios de los trabajos de la segunda fase, que consistirían en realizar similares intervenciones pero en las zonas donde no se ha actuado en esta primera fase, ya anunciaron arquitectos municipales hace un año que debería ser "justo después de que finalizasen estas obras de consolidación. Es decir, que no hubiese de nuevo un parón que demorara más su reapertura". Hay que recordar que la iglesia de Santiago lleva cerrada desde abril de 2005, aunque las obras de rehabilitación comenzaron en noviembre de 2006, a pesar de que ya desde 2002 se habían realizado informes por parte de arquitectos de la ciudad que advertían del grave deterioro del templo. Algo que viene de lejos, ya que la iglesia incluso estuvo apuntalada en la década de los años 50 del siglo pasado.

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