El prestigioso arquitecto y urbanista jerezano Manuel Ángel González Fustegueras habla en esta entrevista, con gran claridad, de la sucesión de acontecimientos que le llevaron a ser la más firme apuesta de las altas esferas del PSOE a nivel provincial y federal para encabezar la lista de Jerez para las próximas elecciones municipales. Igualmente, analiza las claves que le han llevado a desechar tal posibilidad. Esencialmente, que la dirección regional, y el propio secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, rechazó el lunes la propuesta de sustituir a Pilar Sánchez como candidata y recordó que “es una alcaldesa con mayoría absoluta”. Para él dar el paso suponía “un enorme sacrificio”, y a la postre “me he visto envuelto en una guerra que no es la mía”.

— ¿Se puede decir que usted ya no está dispuesto a encabezar la lista del PSOE, como le propusieron la semana pasada desde la dirección provincial y la federal del partido?

— Sí, por supuesto que así es.

— Hoy (por ayer) hace un semana que todo comenzó. ¿Cómo fue?

— Muy simple. Me llamaron y me dijeron que querían hablar conmigo. Tuve la reunión y a partir de ahí se fueron produciendo una serie de acontecimientos que vosotros habéis contado perfectamente en ‘Diario de Jerez’. Se fueron sucediendo reuniones en las que pedí ante todo consenso para aceptar este reto, este sacrificio que se me planteaba. Simplemente fue así.

— Trabajar por la ciudad en la que uno vive es siempre un reto ilusionante...

— A mí, además,  me suponía una responsabilidad personal muy especial a pesar de que uno siempre tiene responsabilidad con la ciudad donde vive, en la que vive su familia. Si se puede ayudar a que haya diálogo, a serenar la situación, hay que hacerlo. Eso no está mal.

— Vistos los acontecimientos, ¿se siente engañado?

— No me siento engañado en ningún sentido. La oferta que se me planteó venía de la mismísima ejecutiva federal del PSOE. Lo que  había que conseguir era el consenso con el comité regional. Tal consenso no se consiguió y hasta ahí llegamos. Estas cosas son así. No pasa nada. Para mí era un enorme sacrificio, y al final me he visto envuelto en una guerra que no es mía.

— ¿Qué condiciones puso sobre la mesa? ¿Usted no preguntó también por la opinión de la dirección regional del PSOE?

— Sí, y expresamente la primera condición, y perdón por la reiteración, era el consenso. Aparte había otras solicitudes como que se me permitiera construir la lista que yo considerara más adecuada para desarrollar ese proyecto a medio plazo, así como garantizar un apoyo de las administraciones para intentar salvar el colapso que padece Jerez en un tiempo razonable, así como tener una transición tranquila.

— ¿Cómo vivió los acontecimientos a lo largo de este fin de semana?

— La verdad es que me han cogido de sorpresa. Nadie debe llamarse a engaño pues esas cosas son razonables. Los partidos tienen su dinámica. Si a uno le piden un apoyo, una responsabilidad, un comprometerse y uno lo piensa y dice sí pero luego no se dan las circunstancias adecuadas, pues no pasa nada.

— El hecho de que el ofrecimiento viniera de Manuel Chaves me imagino que pesaría lo suyo...

— Evidentemente, fue importante, pero le insisto en que lo más importante era el consenso general.

— ¿Cuáles eran sus objetivos para Jerez?

— Ante todo normalizar y tranquilizar una ciudad que está muy crispada. Ahora hay que serenarse para marcar un proyecto de futuro. No me había hecho ningún programa ni plan específico, tan sólo intentar, tal y como imagino que harán todos los candidatos a las próximas elecciones municipales, ayudar a que esta ciudad nuestra salga de la situación en la que ahora se encuentra, la cual es en extremo complicada.

— Con la mano en el corazón: ¿Algún amigo suyo le ha tildado de loco por volver a la política?

— Uno no... Todos mis amigos me dijeron que si estaba loco. Lo más que pude decirles es que los que nos dedicamos a planificar ciudades o tenemos un punto de utópicos o nos quedan dos opciones: el retiro o el suicidio. Pese a todo, quisiera puntualizarle que yo no iba a volver a la política.

— ¿...? Por favor...

— Yo no     quería volver a la política, yo quería volver a ayudar a la ciudad. Lo que yo deseaba esencialmente era echar una mano.

— ¿Algo así como planificar desde otro ámbito?

— Así es, pensar en lo mejor para la ciudad, en lo que necesita, teniendo en cuenta la medida en la que tú ves qué puedes aportar. Pero que conste que sin venir a salvar nada ¿eh? Yo no soy muy creyente, pero leo a Santo Tomás de Aquino, que fue quien dijo que “Nadie se salva solo”. Colaborar para salvar un poco Jerez, para reconducir la situación, era mi objetivo.

— ¿Sigue estando disponible para liderar la lista del PSOE?

— Yo ya no estoy disponible porque uno de los requerimientos que había pedido (insiste) es que hubiera un consenso y tengo la sensación, vamos, más bien debo decir que tengo la certeza, de que no se ha producido. Vaya por delante que no soy la maniobra de nada ni de nadie. Simplemente mi única maniobra era la de intentar comprometerme con mi ciudad. Voy a seguir haciéndolo pero desde otro ámbito. Esta historia es muy simple: me pidieron que saltara de ámbito. Es completamente cierto que dije que sí, que estaba dispuesto a ayudar, pero las circunstancias que se han dado provocan que siga dispuesto a ayudar, pero desde mi ámbito. Creo que está claro.

— En los foros de Internet, en los corrillos políticos, mucha gente le ha visto como un puente, como un nexo de unión, entre el PSOE y el Foro Ciudadano de Pedro Pacheco con vistas al día después de las municipales...

— No, no... en cualquier caso, si hubiera seguido para adelante habría intentado cohesionar a todos los partidos y todas las tendencias porque sinceramente creo que es lo que hace falta: un pacto de todos con todos por la ciudad

— ¿Pacheco y usted son amigos?

— Hemos tenido una buena relación pero no somos amigos pues no nos une una amistad. Pese a todo tenemos una buena relación. También la he tenido con Pilar Sánchez ¡y espero seguir teniéndola! También con Pelayo y con Joaquín del Valle tengo buena relación.

— Pasan los años y usted sigue siendo el mismo arquitecto independiente que aterrizó en el Urbanismo del Jerez los 80. ¿Cuál es el secreto de su independencia?

— Pues el pensamiento libre.

— ¿...?

— El pensamiento libre es la posibilidad de criticar, optar, reflexionar y coger lo bueno de cada una de las opciones que se presentan ante ti. Todos los candidatos que se presenten a las elecciones municipales tendrán buenas ideas. Eso se sabe por descontado. Si se saben conjugar todas ellas Jerez saldrá  muy beneficiada.

Dejando atrás la política, en la entrevista se abre hueco el Urbanismo, que pese a todo dicen que es una forma de hacer política con lápiz sobre plano. No es cuestión de dejar pasar la oportunidad con uno de los mejores urbanistas de España.

— Jerez, de un tiempo a esta parte, se la ve como una ciudad vieja...

— Eso es consecuencia de la crisis, que provoca que se invierta menos en cuestiones estéticas.

— ¿Cómo ve a la ciudad ahora?

— Jerez está en unas inmejorables condiciones para que explote lo que parece ser que serán las líneas maestras del futuro. Me han invitado a hablar de estos temas y debo destacar que a nivel de infraestructuras pocas cosas grandes más hay que hacer en Jerez. Hay buenas comunicaciones por carretera, avión y tren. Jerez debe apostar por ser la puerta de unión entre las dos bahías y con el interior de Andalucía y España. El Parque Tecnológico Agroalimentario (PTA) está funcionando muy bien. Es algo que hay que valorar pero creo que no lo está siendo. Además, tengo noticias de que es el único parque tecnológico de Andalucía que vende parcelas. Esto viene a significar que lo que le digo es algo que también se está viendo desde fuera: hay que posicionarse en este territorio.

— Cuando llega la crisis muchas personas echan en falta más chimeneas ¿Cree que se apostó poco por la industria en el pasado?

— Jerez no es un sitio especialmente bueno para la industria clásica. Para la nueva, que es de otro tipo, Jerez tiene mucho que decir. La competitividad se va a dar en el futuro entre territorios más que entre empresas. Y algo que va a ser esencial es ser un centro de comunicaciones, y a nivel subregional Jerez se ha erigido en una apuesta muy buena.

— Esta semana se ha informado que ha aumentado la demanda de cemento en Andalucía. ¿Se puede entender como un buen dato?

— No, creo que tenemos crisis para rato.

— ¿Hasta cuando?

— En algunos foros que frecuento se habla de 2014 y hasta de 2015 como el año en que se comenzará a salir. Pese a todo no hay que desanimarse, estos tiempos de crisis son también momentos muy buenos para encontrar oportunidades, para buscar recursos nuevos.

— Dicen que las crisis son periodos de reajuste...

— Esa tesis del capitalismo acerca de las crisis cíclicas no las he compartido nunca. Además, en este caso la crisis nos ha cogido un poco con el pie cambiado. Tenemos que saber adaptarnos. Es lo esencial.

— El centro histórico de Jerez sigue siendo una asignatura pendiente...

— Pues sí, como en casi todas las ciudades. Vaya por delante que no es una asignatura fácil de aprobar, pero sí, es una asignatura pendiente.

— Qué hay que hacer con él, y perdone que le realice preguntas por las que usted suele cobrar...

— (Risas) Tranquilo. Lo que hay que hacer es invertir, pero no en urbanización sino en edificaciones. Siempre he pensado que hay que hacer una alianza entre la Banca y la Administración. En estos momentos de crisis no es fácil dar recetas, pero hay que seguir apostando por el centro histórico, no hay que despreciarlo.

— Los jerezanos se fueron de allí hace años y le dieron la espalda...

— No se debe olvidar que hubo una inversión municipal muy importante en urbanización, ya que había hasta calles que no tenían ni agua ni saneamiento. Hay que volver a ilusionar a los inversores por el centro histórico. No lo digo como consuelo, pero es un problema que no sólo tiene Jerez pues también lo padecen muchas ciudades. Lo que a nosotros nos diferencia es que tenemos uno de los centros históricos más grandes de Andalucía. Es enorme.