El monumento eucarístico que este año se verá en la Catedral empieza a tomar forma. Esta es una de las novedades que se incorpora este año gracias a una iniciativa de la Unión de Hermandades. La dirección del montaje la lleva el consejero Juan Mateos. Desde hace varios días se está trabajando en levantar esta instalación que, pese a que se podrá ver desde el Domingo de Ramos, su función de portar al Santísimo será, como corresponde litúrgicamente, el Jueves Santo. Finalmente se está levantando en el altar de San Juan Grande y no en el del Cristo de la Viga como se había previsto. Este cambio tiene la ventaja de que las hermandades, en su tránsito catedralicio, se lo encontrarán de frente tras acceder al templo. Los elementos que se están usando para el montaje son en su gran parte cedidos por las hermandades y por la propia Catedral. El templete es de la Clemencia. Las hermandades sacramentales han cedido candeleros y la cera de color rojo que 'vestirá' el conjunto. Lleva un dosel aprovechando la hornacina del retablo. También se utilizan los respiraderos de la custodia, y como complemento se pondrán blandones y las flores que estarán a cargo de la Unión de Hermandades. La idea para el futuro es poder contar con una estructura fija que sea la base del monumento. En esta línea de cambios, por cierto coincidentes con el nombramiento de nuevo Deán y Cabildo, también se incluye el desarrollo de la estación de penitencia de las hermandades en la Catedral, las cuales accederán por la puerta principal y saldrán por la de Visitación, haciendo un recorrido diferente y más amplio por el interior con el objetivo de que la cofradía al completo participe del momento de oración. Además se han modificado y mejorado los servicios a disposición de los que participan en los cortejos. En un principio se pensó en instalar portátiles en la prolongación del callejón situado en la plaza de la encarnación. Finalmente se ha decidido ampliar y reparar los de la antigua residencia del sacristán, por lo que los nazarenos tendrán que acceder a estos antes de llegar al primer templo ya que la entrada se sitúa en la calle Manuel María González, junto a la calle Aire.