Hace casi medio año que Marcos Carribero regresaba a Jerez después de su delicada operación de corazón en Boston. Que ello fuera posible se debe a la solidaridad de miles de jerezanos y de otros tantos ciudadanos de Andalucía y de España, que con sus aportaciones económicas han permitido que, a día de hoy, la vida de Marcos haya dado un giro de 180 grados.

"Sólo tienes que ver el color que tiene. Antes el pobre estaba negro y además, fíjate el estirón que ha pegado. ¡Y ha engordado un kilo!", cuenta orgulloso su padre, Juan, que nos recibe junto a su mujer y a Marcos en su nueva casa, un bajo de la calle Merced. Su anterior vivienda, en La Alegría, la están alquilando y con el dinero que obtienen se permiten el alquiler de su nuevo hogar, aunque les gustaría venderla para quitarse de encima la hipoteca. "Por el problema que tiene Marcos en las piernas ya le habíamos pedido al Ayuntamiento que nos buscara una nueva casa, preferiblemente una planta baja. Al final la hemos tenido que buscar por nuestra cuenta".

Llaman por teléfono. La llamada es para Juan, que conversa durante unos minutos con su interlocutor. "Me llama la madre de un chico que se tiene que ir a Alemania por un problema de salud que tiene", cuenta. Y es que, desde que se conocía a través de los medios el caso de Marcos, varias familias con casos más o menos parecidos ya se han puesto en contacto con los Carribero para recibir consejos. "Nosotros escuchamos a todos. En todo lo que nosotros les podamos ayudar, aquí estaremos", dice Juan.

Mientras hablamos, Marcos juega con varios coches de juguete. Su padre cuenta que en los últimos días a su hijo le está costando andar aún más. Como se recordará, los médicos ya estuvieron en Boston viendo este problema que padece, a consecuencia de una trombosis que sufrió posterior a su segunda operación de corazón. "El otro día estuvimos en el hospital para que le hicieran una radiografía a raíz de esto. Lo que pasa es que también nos damos cuenta que con el estirón que ha pegado, se está empezando a encorvar, y no sabemos si será por el tubo que tiene enrollado dentro, o si será por algo de cadera. Cuando nos digan los resultados ya lo sabremos. Si no fuera por eso, la vida de Marcos sería más o menos normal dentro de sus circunstancias".

Pero Marcos aún debe todavía pasar por el quirófano, al menos, un par de veces. Una, para que le retiren en Boston la válvula que tiene en la cabeza y que le llega al estómago y la segunda, por el problema de sus piernas. Para la primera, la familia ya tiene los billetes sacados para el próximo 8 de julio. Tanto el viaje como la estancia la han pagado gracias al dinero que les sobró de la primera plataforma pro Marcos Carribero. "El problema es que ahora nos vamos sin saber por cuánto nos va a salir la operación. Hasta que no esté Marcos allí y le hagan varias pruebas, no nos dirán el presupuesto total", dice Juan, aunque indica que "nada más que la estancia de Marcos en el hospital de Boston y la realización de las pruebas que le tienen que hacer, se va todo a los 19.000 euros, pero la operación no sabemos por cuánto nos saldrá". Incluso afirma que "lo mismo nos dicen que no se le puede operar". Lo que tiene claro es que "si nos dicen que todo se va a los 80.000 ó 100.000 euros, se tendrá que quedar allí mi mujer y venirme yo para acá para empezar a organizar cosas, porque la plataforma se disolvió una vez volvimos. Ahora estamos muy preocupados por eso. Le estamos dando vueltas continuamente, porque además, si nos ocurre cualquier cosa en Boston estamos listos, porque allí todo es con dinero, por eso nos hemos tenido que hacer un seguro a todo riesgo".

Se pueda o no realizar esta operación, a Marcos luego le restaría la de la pierna. Para ello ya se han puesto en contacto con una clínica de Barcelona de la que tienen grandes referencias gracias a un matrimonio cuya hija se operó allí con éxito de un problema similar.